Las Agencias de Extensión Rural (AER) Cruz del Eje y Deán Funes, en conjunto con la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, determinaron que la caída en el régimen de lluvias ocurrida desde el fin de la primavera ha impactado en las pasturas que utilizan los ganaderos del noroeste cordobés para alimentar a sus rodeos.
El estudio, realizado en base a imágenes satelitales, datos meteorológicos y observaciones a campo, relevó el estado de dos de las especies más extendidas en esta región de Córdoba para la producción de forraje: buffel grass y gatton panic.
En las conclusiones del informe (que puede verse completo al finalizar la nota), se advierte que hay “un arranque de la campaña de pasturas con valores bajos, en el orden del 10 por ciento menos de NDVI (Índice Verde Normalizado) que el promedio histórico para la etapa analizada (de septiembre a febrero)”.
“Por otro lado, en el este de la cuenca de las Salinas Grandes, sectores importantes vienen afectados en la productividad de los pastos durante la campaña. Los mejores valores se ubican en sitios de valles de pie de sierra y en áreas perisalares del departamento Cruz del Eje”, agrega el reporte.
Recomendaciones
En este contexto, los técnicos de las AER mencionadas recomiendan una serie de “medidas urgentes para el corto y mediano plazo, para no comprometer la situación futura de los establecimientos ganaderos”.
Por ejemplo, para el caso de las vacas con cría al pie, aquellas que están en mal a regular estado, destetarlas lo más rápido posible y, en el poco tiempo que queda hasta la entrada del invierno, tratar de recuperar su estado a través de alguna suplementación. Las que no tengan terneros y no están preñadas, descartarlas para disminuir la carga.
“Se puede implementar el destete de todos los terneros al pie que tengan un mínimo de 60 días. Es más fácil y económico alimentar al ternero que al par vaca-ternero”, subraya el informe.
En cuanto a los toros, al no ser numerosos, “se debería controlar su estado corporal ya que está finalizando la época de entore; aquellos que salgan en regular estado se deberá contemplar una suplementación para su recuperación”, señalan desde el Inta. Y agrega que, aquellos que se detecten con algún problema sanitario o locomotor, descartarlos.
Asimismo, resulta clave armar una estrategia puntual para la reposición de hembras, planificando un esquema de suplementación. Los técnicos sugieren guardar las teneras nacidas en el primer mes de parición, lo que garantizaría mayor edad y mejor desarrollo.
Los terneros machos, en esta situación extrema, no deberían quedar en el establecimiento, salvo los que se puedan utilizar para recría, siempre que haya oferta de forraje suficiente para mantenerlos.
Por último, otra recomendación es que “en zonas donde sea posible y haya humedad en el suelo o llueva en los próximos días, se recomienda sembrar sorgo o maíz o algún verdeo otoño invernal, para producir materia seca que luego de las primeras heladas se pueda utilizar como diferido con suplementación proteica. Si llegara a granar, se puede picar para silo, lo que sería la mejor opción”.