La situación por todos conocida en el agro argentino ofrece un futuro con claro-oscuros que obliga a pensar que habrá que prepararse para tomar “decisiones difíciles” pero, también, estar atentos a efectos de “capturar oportunidades en los distintos negocios”. Este es el núcleo de una de las principales reflexiones del análisis mensual Apuntes para Empresas que difunden los consultores agropecuarios Teo Zorraquin y Alejandro Meneses.
Lo que hay y lo que viene
Bajo este subtítulo, Zorraquin y Meneses trazan un resumen del momento que se está transitando y de cómo avizoran los próximos meses: “la situación financiera de las empresas del agro, casi para cualquier actividad, se presenta complicada. La falta de producción es lo que más “lastima”. Hay que ver cómo termina esta película climática, pero la rentabilidad para varios será negativa o muy escasa. El aumento del valor del dólar y la suba de los precios de los granos va a hacer más suave la caída para los que siembran, aunque una buena parte de esta suba irá para los dueños de la tierra que tengan los campos arrendados (más del 60% de la superficie agrícola). Y para los planteos ganaderos o lecheros se observa un aumento de costos de suplementación (y en algunos casos de arrendamiento) sin existir aumentos relevantes en los precios de venta de carne y leche. Obviamente la situación económica es y seguirá siendo muy ajustada. El ánimo no es el mejor. Vienen meses donde habrá que tomar decisiones difíciles. Habrá seguramente opciones y margen para capturar oportunidades en los distintos negocios, pero en un marco mucho más amenazante que el imaginado poco tiempo atrás”.
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