El Gobierno unificó el método de distribución de los cupos Hilton y de los Estados Unidos. Cómo se calculará la past performance, los límites por empresa y grupo, el acceso de nuevos jugadores y la vigencia del sistema, algunos de los puntos analizados por Miguel Gorelik.
La Secretaría de Agricultura sancionó un nuevo régimen de distribución de la cuota Hilton, para los períodos 2023-2024 a 2025-2026, por resolución 274/23, que avanza positivamente en ciertas direcciones, pero repiten algunos defectos que son analizados desde Valor Carne para saber hacia dónde van la oportunidades de las empresas.
La nueva normativa
Resumidamente, se distribuye el 90% entre frigoríficos y 10% entre proyectos de grupos de productores y asociaciones de criadores.
Se reserva un cupo de hasta 3,4% (mil toneladas) para postulantes nuevos de la industria y asimismo para los postulantes de la otra categoría.
Cada empresa o grupo podrá participar sólo en una de las tres categorías.
Dentro de cada uno de los primeros dos subgrupos, se aplicarán los siguientes criterios:
- Past-performance o desempeño exportador: 70% según las exportaciones de carnes a todo destino, exceptuando a los mercados objeto de la cuota, y 30% según las orientadas a éstos, medidas siempre en dólares FOB.
- Se tomarán los registros de estas exportaciones durante el año inmediato anterior, con una ponderación del 50%; del año previo, al 30% y del año precedente a éste, al 20%.
Ninguna empresa o grupo podrá tener más del 10% de la cuota correspondiente a su categoría, ni tener menos de 50 t (para industria) ó 12 t (para grupos). La limitación del 10% se aplica también a grupos económicos, es decir, a aquéllos que controlen más de una empresa.
En el caso de los postulantes nuevos, los frigoríficos de ciclo I o de ciclo completo podrán pedir hasta el 1% de la cuota de la categoría y los de ciclo II hasta el 0,5%. En el caso de los grupos el límite es la cuarta parte del cupo.
Si la suma de lo solicitado por los postulantes nuevos excediera el cupo correspondiente, se ajustará hasta su total.
Existen variadas disposiciones más específicas que no resultan relevantes para una nota de conocimiento general.
Esto es válido para cuota Hilton destinada a los actuales 27 países miembros de la UE, que suman 29.389 t.
De las 111 t restantes, que quedaron en cabeza del Reino Unido, que quedó fuera del bloque, el criterio a aplicar es el de primero llegado, primero servido, dado su escaso volumen.
Con lo que no se distribuya al principio, se formará un fondo de libre disponibilidad que puede ser usado por las empresas al agotar sus cuotas iniciales, con el criterio de primero llegado, primero servido. Dicho fondo se alimenta también con los tonelajes que las empresas pueden resignar.
Los adjudicatarios de cuota tienen que haber cumplido con el 60% de lo que les corresponda al 1º de febrero, so pena de perder la diferencia entre lo realizado y ese 60%, cantidades que también se destinan al fondo de libre disponibilidad. Lo mismo sucede al 1º de mayo con el 90%. No obstante, las empresas pueden renunciar a parte de su asignación con anterioridad a esas fechas, sin penalidades. En el caso de ser penalizadas por incumplimientos, las empresas perderán ese tonelaje en la distribución del año siguiente.
Luces y sombras
Se avanza positivamente en distintas direcciones en esta norma, así como se repiten algunos defectos.
La resolución hace referencia al intento de los cuatro países del Mercosur para unificar criterios al respecto, lo que no nos parece demasiado valioso.
Más allá de esto, intentar aunar criterios entre las distintas cuotas resulta positivo, al disminuir la posibilidad de tener distintos patrones de distribución, con su carga de subjetividad.
Definir un período de tres años hacia adelante es bueno pero insuficiente. Como ya mismo se empiezan a registrar operaciones que incidirán en la distribución que se haga en cuatro años, sería conveniente alargar la vigencia del criterio. En especial, si el mismo tiene el consenso en toda la cadena.
Un aspecto que se mantiene desde hace muchos años es el de la limitación del 10%, aunque el cálculo de los registros de exportación lo justifique.
El criterio favorecido también sirve para que las empresas tengan en claro cómo hacer para ir creciendo en su participación. Pero ponerle este freno arbitrario supone un desestímulo para las más grandes, que no será bueno para las exportaciones generales. Dado el alto grado de atomización que tiene el sector, parece un requisito desfavorable.
Otro punto que se mantiene desde hace mucho tiempo es la prohibición para transferir la cuota entre empresas. Interpretamos que es el miedo a la libertad. En los pocos años en que se permitió, durante los años 90, no sucedió nada de lo que pronosticaban los adversarios a la idea. Sin embargo, un germen de lo que podría ser en el futuro, es que, de manera excepcional, se permiten las transferencias hechas durante los primeros días de vigencia de la norma aplicable en el período 2023/2024. Habría que preguntarse por qué en esos 15 días puede ser bueno mientras que en el resto del año no lo es.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne
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