La crisis económica y financiera fue protagonista de la última reunión de la Mesa de las Carnes donde el Gobierno pidió que se busque la forma de que la devaluación no afecte los precios de la carne y donde los referentes del sector prometieron ayuda.
En concreto y según algunos de los participantes de esa reunión, al menos dos fuentes confirmaron esta versión, el presidente Mauricio Macri les dijo, palabras más, palabras menos, que “la carne es un producto tan sensible como el dólar”. Fue un pedido que algunos consideran “morenista” en alusión a Guillermo Moreno, o “kirchnerismo de buenos modales” como dice el candidato a presidente y economista José Luis Espert. A ese pedido desde la conducción de la Mesa se le respondió que el precio de la carne y hacienda no iban a subir.
Pues bien, la promesa se cumplió a medidas porque el precio de la carne aumentó y el de la hacienda bajó.
El lunes posterior a las PASO el precio de la hacienda comenzó a aumentar, hubo una copia casi inmediata de la variación cambiaria en el precio del ganado. El novillo llegó a valer de promedio $70 y el novillito $74 con precios por encima de esos en el caso de los lotes de mejor condición, en efecto los novillos de feedlot bien terminados lograban precios de $75/78.
Pero luego vino esa famosa reunión que dejó un comunicado de prensa que no decía mucho.
Lo que no dijo el parte de prensa lo dijo el mercado, y lo que ahora en off sostienen algunos sectores productivos que reclaman a la industria la mejora en los precios tanto de lo que se compra para abastecer al consumo como lo que va para la exportación, precios también perdieron parte de los ganado tras las PASO pero que además mantienen una larga brecha entre lo que se paga en países como Uruguay. lli el precio por kilo de carne en gancho de novillo ronda los 4 dólares mientras que aquí en el inicio de agosto cotizó en u$S2,64 para caer a u$S2,20 según el último registro del IPCVA.