Los productores que vendieron maíz tardío en cosecha pudieron obtener un ingreso adicional de $1600 por hectárea gracias al empleo de la tecnología comercial, en contraposición a los que deban desprenderse de su producción a los valores actuales.
Muchos empresarios agrícolas actualmente tienen que desprenderse de parte de su producción a precios bajísimos para pagar arrendamientos, deudas comerciales y vencimientos de tarjetas agropecuarias. No necesariamente debería haber sido así.
Desde que comenzó la siembra del maíz tardío (diciembre del año pasado) hubo 25 jornadas en las cuales fue posible tomar posición en el contrato Maíz Julio 2015 del Matba con valores superiores a 130 u$s/tonelada (con un máximo de 140 u$s/tonelada el 12 de diciembre); y 55 días en los que fue factible fijar un piso de 120 u$s/tonelada.
Un empresario agrícola que cubrió –mientras estaba sembrando el cereal– al menos la mitad de su cosecha estimada de maíz tardío con un precio de 130 u$s/tonelada y que actualmente deba vender la otra mitad en el disponible (95 u$s/tonelada), recibirá en promedio un precio bruto de112,5 u$s/tonelada.
Ese mismo cálculo con un 30% a 130 u$s/tonelada, otro 30% a 120 u$s/tonelada y el 40% restante a 95 u$s/tonelada, genera un valor promedio de 113 u$s/tonelada.
Para un rinde de maíz de 100 qq/ha, la diferencia entre 113 versus 95 u$s/tonelada equivale a un ingreso bruto adicional de 180 u$s/ha que, al tipo de cambio oficial, son equivalentes a 1620 $/ha.
En el actual contexto de falta de liquidez por la doble imposición de retenciones (derecho de exportación + retención cambiaria) todo peso adicional que se pueda obtener ayuda muchísimo.
Fuente: Valor Soja