La actual campaña de vacunación contra la aftosa cuenta con nuevo jugador que promete dar pelea con un producto elaborado en su planta de Pilar, Buenos Aires.
Inaugurada a fines de 2017, mediante una inversión de más de USD 40 millones, el laboratorio CDV tiene una capacidad de producción de 40 millones de dosis de vacunas bi, tri y tetravalente, con tecnología BHK, la más moderna del mundo.
Fernando Matticoli, Director Comercial de CDV.
“Hoy hay solo tres plantas que elaboran vacuna antiaftosa en la Argentina y la nuestra es la más nueva, con lo último que existe en equipamiento, prácticamente el 90% está automatizada. Hay poca intervención del hombre en el corazón de los procesos, sólo en controles muy específicos”, contó a Valor Carne Fernando Matticoli, Director Comercial de CDV. Y subrayó que en la elaboración de la vacuna “se utiliza solamente un 10% de suero bovino, lo que genera un producto más puro, con menor posibilidad de reacciones indeseables en los animales vacunados. En la región es la única planta que trabaja con esta tecnología, con requerimientos mínimos de suero bovino”.
La compañía, que integra un holding de capitales europeos, inició la construcción de la unidad en 2016, logrando su habilitación a fines de 2017. Luego, en marzo siguiente, comenzó con las primeras etapas de producción y recién en febrero de este año, cuando la vacuna fue aprobada por Senasa, pudo emprender la comercialización.
En esa primera etapa, contó con una limitada cantidad de dosis. “Salimos con la vacuna al mercado entre marzo y mayo, pero con una partida muy chica, de apenas 1,2 millones de dosis”, afirmó Matticoli.
La campaña de otoño, también les sirvió para ir mejorando los tiempos de producción, lo que se ve plasmado ahora, en la de primavera. “La elaboración implica un proceso de aprendizaje. Durante todos estos meses, estuvimos liberando dosis y ahora salimos con unas siete millones de unidades, lo que nos permitiría captar el 15% del mercado. Cuando estemos produciendo a plena capacidad, la idea es elaborar lotes de 2,3 millones de dosis tetravalentes por mes, hasta llegar a los 40 millones en total, incluyendo las bi y trivalentes”, adelantó.
En cuanto a la comercialización, el 85% se realiza a través de los entes de vacunación antiaftosa y el resto se distribuye vía algunas veterinarias autorizadas. La estrategia de la firma apunta a la calidad y la atención al cliente. “Sabemos que tenemos una vacuna de máximo nivel tecnológico, el resto pasa por el relacionamiento, dando soluciones y garantías a la red de usuarios”, enfatizó Matticoli.
Salto regional
En esta primera etapa, CDV está abocado a producir la vacuna tetravalente para el mercado argentino. Posteriormente comenzará con las bivalentes para exportar a distintos países de Sudamérica.
“Ya tenemos productos registrados en algunos países como Bolivia y Ecuador, a los que podremos comenzar a abastecer cuando avancemos en nuestra producción”, adelantó.
Paralelamente, el laboratorio está haciendo los trámites en otros países como Uruguay, Paraguay, Venezuela y Colombia. “Estas ganaderías usan las bivalentes, pero primero tenemos que terminar el proceso de registro, algo que lleva tiempo”, advirtió.
¿Cuándo iniciaría la exportación? “En 2020, a más tardar en el segundo semestre, cuando contemos con un stock suficiente y los registros aprobados”, confió.
De esta forma CDV, un laboratorio con más de 30 años de historia, que exporta productos veterinarios a más de diez países, promete competir en el negocio de la aftosa, tanto a nivel local como regional.
Pero además de los negocios, para Matticoli, la incursión también es estratégica para la Argentina. “La competencia en la provisión de vacunas antiaftosa tetravalentes, un producto único en el mundo, es fundamentalmente un salto de calidad para la ganadería del país”, enfatizó.
Una sola salud
Más allá de la vacuna antiaftosa, CDV viene profundizando inversiones en marketing y comunicación en una amplia gama de productos sanitarios, con acciones a la medida de las necesidades de sus clientes. “Buscamos acercarnos al veterinario y al ganadero para que conozcan los cambios tecnológicos que venimos implementando y ser aliados para producir más carne, a través de la prevención de enfermedades que limitan el potencial productivo”, señaló.
Estas estrategias ya se tradujeron “en un incremento de las ventas de vacunas para bovinos y una mayor participación en el mercado veterinario nacional, que se muestra estable en los últimos años. Es un hecho significativo del esfuerzo de la compañía en una ganadería en pleno despegue”, finalizó Matticoli.
Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne