El consumo interno de carne vacuna cayó 55,5 kilos anuales por habitante en enero -esto es casi un 4% por debajo del registrado en enero de 2018-. Además, en los últimos 12 meses, las exportaciones de esta misma aumentaron un 82%, alcanzando las 556.600 toneladas, convirtiéndose en la cifra más elevada de los últimos nueve años y que permitieron un ingreso de divisas de 1.963 millones de dólares.
Los datos surgen del último informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), presidida por Miguel Schiariti. En el informe también se alertó sobre el ingreso en una posible fase de “liquidación de hembras”, similar a lo ocurrido en el arranque del 2008 y 2009, hecho que afectó sensiblemente el valor minorista en los meses posteriores de esos años.
En enero pasado, la participación de las hembras en la faena total llegó al 47,8%, un 3,2% de aumento en comparación con enero del año pasado, cuando fue del 44,6%
Más allá de las posibilidades de obtener liquidez en el mercado internacional con la venta de producción cárnica, desde CICCRA se reconoce que “el elevado costo que tiene el dinero” en la plaza local, con tasas para los créditos que rondan el 57% “obliga a que los productores ganaderos decidan vender cantidades crecientes de vacas y vaquillonas -que servirían como futuras reproductoras- a la industria frigorífica”.
Sin embargo, el interés de la producción o frigoríficos no está actualmente puesto en el orden doméstico, ya que en enero de 2019 el consumo per cápita de carne vacuna por parte de la población local fue de 55,5 kilos/año, una cifra que es un 3,8% menor al hacer la comparación interanual.
Este escenario de restricción en el consumo de proteína animal, y especialmente bovina, en el mercado argentino se ha generado por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores domésticos.
En el arranque del 2019, el valor promedio de la hacienda en pie exhibió un incremento del 14% respecto a diciembre, esto gracias a la mejora de un 8,6% que presentaron los cortes vacunos en los mostradores del Gran Buenos Aires en el período diciembre 2018-enero 2019.
Reclamos en el mercado ganadero
Más allá de la situación que ofrece la comercialización tanto interna como externa, surge en el sector un fuerte debate sobre el peso de faena que deben contar las terneras. Según CICCRA, tras hacer un análisis de lo ocurrido durante los últimos tres meses en el mercado ganadero, es decir desde cuando se autorizó la faena de hembras a partir de los 270 kilos, se indicó que “si esta medida se extiende en el tiempo, el impacto equivalente anual equivaldría a una reducción de la producción de 12 mil toneladas de res con hueso”.