En grupo de científicos chinos logró modificar los genes de 12 cerdos para hacerlos más flacos: tienen un 24 por ciento menos de grasa corporal que sus congéneres. Para lograrlo, usaron una herramienta de modificación genética conocida como CRISPR-Cas9, y tomaron la proteína UCP1, que está involucrada en la regulación de la temperatura corporal y su consecuente consumo de grasa, y que tienen otros mamíferos como los ratones, pero no los cerdos.
CRISPR es una técnica de edición genética creada hace una década por dos científicas, pero su uso creció muchísimo en los últimos años; la aplicación de mayor difusión la tuvo, en septiembre último, la modificación del ADN de un embrión humano para evitar la transmisión de una enfermedad hereditaria.
En el caso chino la investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos, no tiene como objetivo primario hacer jamón o panceta que engorde menos, sino encontrar la manera para que los cerdos requieran menos calefacción en invierno. Pero podría tener efecto enorme en la industria porcina y alcanzar también a otras, como la avícola o la ganadera.
Todavía falta, no obstante, verificar que los chanchitos crecen sanos, que esta modificación genética es segura, y luego hacer las pruebas de rigor y recibir la aprobación de las organismos de salud de todo el mundo