Las distorsiones de precios comentadas en semanas anteriores continúan. No sólo se ven en las relaciones de cotización entre el novillo y las vacas y los toros sino también en categorías de consumo definido, en las que los novillos, novillitos y vaquillonas están demasiado próximos, como pocas veces se ha visto en el pasado.
En los primeros dos días de remates de la semana en Liniers, los precios de novillos y novillitos se sostuvieron y los de vaquillonas aumentaron 1%. Sólo las vacas cedieron dos puntos, luego del rally de nueve semanas seguidas en que ganaron 65%.
Esta resistencia de los precios se dio en una semana de fuerte afluencia, en la que la proyección marca un nivel 31% por encima de la oferta promedio, lo que no se veía desde mayo.
La preocupación pasa por cómo se hará posible traspasar estos valores al mostrador, en el marco de una crisis muy importante.
En las comparaciones con las cotizaciones de 30, 60 y 90 días atrás, la hacienda sale bien parada en relación a la inflación. Novillos y animales jóvenes acumulan aumentos de 6-9% en un mes, de 5-12% en dos y de 7-14% en tres. A su vez, las vacas, a pesar del traspié de esta semana, registran 9, 27 y 34% en ese mismo orden.
Es posible que la vaca esté empezando a recorrer el camino de regreso hacia cotizaciones más habituales, en relación al novillo de consumo, característico de las semanas por venir.
Pequeña baja del precio real del novillo
Los números parciales de esta semana muestran un leve retroceso en el valor del novillo ajustado por inflación que, no obstante, lo coloca 8% por arriba de la trayectoria del promedio de 52 semanas móviles y 10% superior al precio de hace un año.
Quedó sólo a $2 (de valor actual) por debajo del pico de este año, observado en la segunda semana de marzo.
