Salud del suelo
Una imagen de terror. Este sitio era hace unos años una tierra altamente productiva, con pastizales altos y densos, pero a las malas prácticas ganaderas y agrícolas, se fue perdiendo la eficiencia del ciclo del agua, siguiendo con el ciclo del carbono y de nutrientes. Una vez que el agua comienza a no infiltrarse en el suelo, se genera una reacción en cadena que no se puede detener si no cambiamos las prácticas que la originaron.
El origen de esto, el sobrepastoreo y agricultura con volteo de suelos, monocultivos y uso de fertilizantes solubles y agrotóxicos, todos esos contribuyendo a la compactación del suelo y permitiendo la oxidación de la materia orgánica que en él se encontraba. Al final, lo que se ve en la foto, una gran área de suelo descubierto que se calienta y evita que las lluvias caigan sobre él, recuerden, el aire caliente sube y evapora, el aire frío baja y condensa. Y lo poco que llega a caer no se infiltra, pues es un suelo compactado, muerto. Entonces el agua se mueve por la superficie, arrastrando mucho material con ella.
¿La solución?, definitivamente no incluye las prácticas que generaron esta situación, pero yace en la ruptura de esa capa superficial compactada, ese sello (leer «Tan diminuto y tan destructivo») que no permite que el agua infiltre; y la acumulación de materia orgánica, algún material vegetal que cubra el suelo y pueda funcionar como cobija para las semillas de las que nacerán las plantas y harán fotosíntesis, el gran proceso de creación de vida. Lo que si es un hecho, es que esa situación necesita de nuestra intervención, si se deja solo, no se recuperará. Se necesitan patas para romper ese sello, estiercol y restos vegetales para cubrir y nutrir el suelo y que comience la famosa «bioturbación» (ver este video) y que la vida misma se encargue de regenerar ese suelo, nuestro papel es, nada mas, arrancar ese proceso.
La buena noticia, es que es un proceso relativamente barato y rápido, sin uso de maquinarias, solo algunas inversiones bien estudiadas y puntuales, que tendrán retorno muy rápido, al cabo de uno o dos años esa foto será diferente, ¿porqué me atrevo a afirmarlo?, porque esto ya lo han hecho en otros sitios en Chihuahua, y si se puede en esas condiciones, ¿porqué no ha de poderse en otras?
Ahora, analizando la frase de la imagen «Nuestra salud será tan buena como la del suelo en el que producimos nuestros alimentos», ¿porqué nos extraña que la salud de la humanidad (y del planeta) empeore año con año si nuestros suelos también se degradan año con año con nuestros flamantes sistemas de producción de alimentos «super eficientes»?
Así como la agricultura y la ganadería convencionales no conciben una producción sin insumos, tampoco la salud humana se concibe sin medicamentos, ¿porqué?, porque han sido desarrolladas ambas industrias bajo el mismo esquema mental (o comercial)….VENDER!!!!…Incluso, ¿y si le cambian el nombre a esa ciencia?, de «Medicina» a «Salud», quizá otro gallo nos cantaría.
Cierro estos párrafos primero agradeciendo a Chuy Terrazas por permitirme usar esa imagen y con una frase de mi amigo Aldo Díaz:
«La desertificación es la obra maestra de nuestra inteligencia»