La promesa de dejar atrás una etapa de insoportable intervencionismo estatal, con más protagonismo de los actores económicos, permite encarar con otro ánimo un difícil 2024. La actividad podrá colocarse entre las primeras en aprovechar los estímulos e incorporar tecnología e inversiones para aumentar la producción, el empleo y las exportaciones. Por Miguel Gorelik.
Los últimos meses de la Argentina fueron de una gran velocidad e intensidad.
Se sumaron la campaña política, los crecientes desequilibrios macroeconómicos, corridas cambiarias, devaluaciones encubiertas, fuerte impulso del gasto público para financiar medidas que supuestamente favorecían al candidato oficialista, cambio en el humor social reflejado en dispares resultados en tres elecciones muy próximas entre sí, lo que no hizo sino exacerbar las incertidumbres de todo tipo.
Este proceso ha llegado a su fin, con un nuevo recambio de gobierno en el marco institucional. Esto ya, de por sí, va despejando algunos nubarrones.
Desde el domingo pasado, al hablar con actores de la cadena de ganados y carnes se siente otro clima. Por un lado, la esperanza de dejar atrás el panorama descripto y, por otro, la de encaminarnos a un contexto que promete cambios en la dirección adecuada.
Nadie subestima las dificultades, de todo tipo, que hay por delante, a las que hay que agregar la falta de experiencia del equipo que se hará cargo del Poder Ejecutivo y los desafíos que impondrán necesarias negociaciones políticas de lo más variopintas.
Pero la promesa de dejar atrás una etapa de insoportable intervencionismo estatal y devolverles a los actores económicos un mayor protagonismo, permiten encarar un 2024, que necesariamente será peliagudo, con otra cara.
El sector de ganados y carnes está en una situación que le permitirá colocarse entre los primeros a la hora de aprovechar los estímulos, aumentar la producción, incorporar tecnología e inversiones, aumentar la demanda de trabajo y generar más exportaciones.
Ojalá que el equipo de gobierno y los partidos que lo apoyan puedan avanzar en sus cometidos y que ello vaya decantando en un mejor ánimo social.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Carne
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