Organizaciones como COV (Organización central para el sector cárnico), LTO Nederland, POV (Organización de productores para la cría de cerdos), Nepluvi (Industria avícola holandesa) y KNS (Royal Dutch Butchers) han enviado una informaron a través de una carta de su oposición a la solicitud hecha por varios partidos políticos para crear un impuesto para el consumo de carne.
Los fondos recaudados se utilizarán con objetivos medioambientales y de bienesar animal. Sin embargo, una investigación realizada por la consultora EY en nombre del Ministerio holandés de Agricultura, Naturaleza y Calidad de los Alimentos muestra que los objetivos ambientales y de bienestar animal no se alcanzarían con un impuesto a la carne. Incluso puede ocurrir lo contrario. Además, este nuevo impuesto adicional resultaría muy complejo, difícil de aplicar y supondría una carga administrativa innecesariamente pesada para las pequeñas y medianas empresas. Esto pone en riesgo la supervivencia de cientos de carniceros.
Los partidos políticos quieren usar el impuesto a la carne para reducir a la mitad el ganado y lograr que más personas cambien a una dieta vegetariana o vegana, advierten las organizaciones de la industria. Una investigación reciente de la oficina 6T (‘Zest’) muestra que una gran mayoría de la sociedad está a favor de la preservación de los agricultores en los Países Bajos. Además, el 95% de los holandeses comen carne. El mismo estudio muestra que no hay suficiente apoyo para un impuesto a la carne.
Un impuesto a la carne no añade nada a las mejoras de sostenibilidad que el sector ganadero y cárnico holandés ya ha implementado, según las organizaciones del sector. La carne más sostenible ya está disponible en este momento. Con este fin, los ganaderos, procesadores de carne, minoristas y empresas de catering trabajan juntos en conceptos como Beter Leven y Varken van Morgen.
Un impuesto a la carne tendría el efecto contrario, advierten las asociaciones de la industria. “Ese precio extra como resultado del impuesto no iría al ganadero como recompensa por sus esfuerzos por mejorar el bienestar animal y un mejor medio ambiente, sino al gobierno. Y en el supermercado, la carne holandesa sería desplazada aún más por carne más barata que se produce en el extranjero, a menudo con un bienestar animal más pobre y con más impacto ambiental”, según las organizaciones del sector.
Por lo tanto, una discusión sobre un impuesto a la carne solo puede llevarse a cabo en un contexto europeo, según ellos.