El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina, brindó un detallado análisis de la situación del sector agropecuario, tras los cuatro años de Gobierno de Mauricio Macri. “La política agropecuaria de la administración Macri, que empezó sin gradualismos, se tradujo en un fuerte impulso para el campo en los años siguientes”, manifestó el dirigente, aseguró el dirigente ruralista.
En este sentido, hizo un reconocimiento hacia las políticas económicas del presidente saliente que, de acuerdo con Pelegrina, generaron las bases para que la agroindustria recupere su competitividad y contrarrestó las tendencias declinantes que traían la mayoría de las producciones y actividades.
En declaraciones a la agencia NA dijo que “estos resultados se lograron básicamente a través de la eliminación para todos los productos y el esquema de reducción (para el complejo soja) de los derechos de exportación, de la desaparición de las trabas al comercio y a las exportaciones con la eliminación de los ROE y otros instrumentos distorsivos”.
“El otro gran motivo de las mejoras, fue la apertura, reactivación y ampliación de mercados y la firma de acuerdos comerciales, que tuvieron su punto cúlmine con la firma del tratado Mercosur–Unión Europea”, subrayó.
En el plano macroeconómico, las cosas no fueron bien. A pesar de los esfuerzos, el Gobierno saliente no pudo moderar el impacto de la inflación.
En tanto, no dejó de mencionar los factores que perjudicaron al sector. “Lamentablemente, la feroz sequía que asoló a nuestro país en 2018 quebró esa tendencia positiva con consecuencias graves para todos en el país”, recordó.
Tras la sequía, Pelegrina aseguró que en 2019 la agroindustria pudo recuperarse rápidamente gracias a las tecnologías aplicadas y a la permanente inversión que los productores realizaron.
Por otro lado, el presidente de la Sociedad Rural determinó que “en el plano macroeconómico, las cosas no fueron bien. A pesar de los esfuerzos, el Gobierno saliente no pudo moderar el impacto de malas políticas aplicadas durante muchos años previos a su administración y cometió errores”.
Una de las variables que destacó como principal problema fue la inflación. En este punto, se refirió al gasto público. “El Estado en todos sus niveles continuó con sus gastos excesivos y muchas veces superfluos. Entonces la altísima presión tributaria, récord, castigó fuertemente al sector privado”, cuestionó.
Tras este análisis, aseguró que el mayor desafío que tendrá el Gobierno entrante es corregir los desequilibrios macroeconómicos. “Ojalá se transforme en una política de Estado un plan de control de la inflación, volviendo al equilibrio fiscal a través de una reducción del gasto público y generando condiciones para que vuelva a aparecer el crédito a tasas razonables que apuntalen la inversión”, le reclamó a Alberto Fernández.
