El Centro de Agronegocios y Alimentos (CEAg) de la Universidad Austral, realizó ayer la Conferencia Nacional del Agro argentino donde se presentaron los resultados del Estudio «Encuesta Sobre Necesidades del Productor Agropecuario» (ENPA), que se realizó por tercera vez en el país. Se trata de un proyecto que revela tendencias, desafíos, y los hábitos y comportamientos empresariales de los productores agropecuarios. Es un trabajo de investigación aplicada que se lleva adelante en asociación con el Centro de Agronegocios de la Universidad de Purdue de los EE.UU.
Durante la conferencia, también se presentó el Ag Barometer, el primer índice de confianza del productor argentino, que arrojó datos sobre percepciones del campo referentes a la situación financiera actual, perspectivas futuras, y plan de inversiones, entre otras variables.
La nueva herramienta del Agro Argentino
Ag Barometer permitió medir la confianza y las expectativas presentes y futuras de los productores agropecuarios y para ello se tiene en cuenta el comportamiento de variables macroeconómicas, sectoriales, institucionales y climáticas.
El resultado reflejó que las expectativas de los productores agropecuarios atraviesa un momento de profundo contraste en sus perspectivas y estado de ánimo de la situación actual y su mirada sobre el corto y largo plazo.
El 53% de los encuestados respondió que ha empeorado su situación financiera en relación a un año atrás, por el factor climático que provocó una caída importante en los rendimientos y producción y por ende en los ingresos de los productores, y además impactó la caída de los precios internacionales y el aumento de las tasas de interés que han superado el 70% anual, lo que ha generado numerosos inconvenientes para acceder a financiamiento y en la cadena de pagos.
Por otro lado, la mayoría de los productores, el 76%, considera que el actual momento del país no es propicio para realizar inversiones La situación financiera impacta en esta situación, también la presión impositiva, altas tasas de interés, la incertidumbre económica y política y la mala cosecha que derivó en la pérdida de ingresos. Todos estos números son diferentes a la encuesta realizada el año pasado, ya que en ese momento el 50% de los productores planificaba realizar inversiones en los próximos 12 meses. Y en este punto tiene mucho que ver los problemas económicos del país y los cambios de reglas en materia de política agropecuaria, como fueron las modificaciones del esquema de retenciones.
Más allá de este panorama, hay optimismo de los productores en relación al futuro, donde proyectan que en los próximos 12 meses su situación financiera va a mejorar y a medida que se alargan los horizontes de tiempo, un plazo a 5 años, son buenas las perspectivas de los productores.
Los referentes de la Universidad Austral comentaron que los productores «son conscientes de su competitividad a nivel internacional y están pensando que nuestro país debe implementar políticas de largo plazo que permitan incentivar la inversión y que las mismas se traduzcan en exportaciones de mayor valor agregado. Todo esto, si se logra, permitiría el repunte de la economía».
En la mirada de largo plazo, en la producción agropecuaria se mantiene la preocupación por los efectos del clima, y se posiciona con una importante relevancia, la inestabilidad política teniendo en cuenta las elecciones presidenciales del año próximo y la incertidumbre sobre los resultados y las políticas opuestas hacia el sector del campo que podrían aplicar los candidatos que aparecen con mayores intenciones de voto. Por otro lado, se mantienen las preocupaciones por los precios internacionales, la alta presión impositiva, el acceso al crédito y el costo del financiamiento.
Desafíos del sector agropecuario
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El otro trabajo presentado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, estuvo relacionado con la «Encuesta sobre Necesidades del Productor Agropecuario».
A pesar que el productor viene de una campaña marcada por la peor sequía de los últimos 50 años, con caídas en rendimientos y producción, que además atraviesa también un momento de coyuntura económico complicado por las condiciones financieras que no son las mejores para los procesos de inversión y de muchos cambios, fundamentalmente en retenciones, el empresario agropecuario tiene una mirada positiva para el futuro, donde 7 de cada 10 productores realizarán inversiones en los próximos 5 años.
El trabajo, en otro aspecto, mostró que hay cambios en el modelo de negocios del agro, de la mano de una menor intención de producir en tierra de terceros, es bajo o nulo el crecimiento en soja, y hay un alto aumento de inversiones en actividades vinculadas a la proteína animal.
Las actividades vinculadas a la proteína animal presentan algunos desafíos, como por ejemplo que se necesitan condiciones entre 5 y 10 años para lograr una consolidación, y los productores advirtieron que hasta el momento no están resueltos los marcos regulatorios y las políticas para las actividades de agregado de valor como ganadería y lechería.
Por otro lado, y en relación a la compra de insumos, el productor se mostró más analítico que intuitivo al momento de tomar decisiones para la compra, lo que significa que detrás de dicho accionar hay un profesionalismo de parte del productor al estudiar la información disponible para realizar la compra, más que confiarse en su intuición. También se observa que a mayor tamaño de la explotación y más joven es el productor, más analítico resultan ser. Un punto a tener en cuenta en este rubro de adquirir los insumos, más del 40% de los encuestados están dispuestos a realizar compras por internet en los próximos 5 años de semillas, fertilizantes, etc. Los productores que más dispuestos están son los que están en grupo de 45 a 54 años.
