FUENTE: PERFIL – Sábado 29 de Febrero de 2020 –
El jueves por la tarde los dirigentes de la Mesa de Enlace salieron del despacho de Luis Basterra, el ministro de Agricultura, entusiasmados con la posibilidad de llegar a dar vuelta la decisión oficial de subir otros 3 puntos (o un 10%) las retenciones a la soja.
Es que en esa reunión el Gobierno aceptó abrir un compás de negociación para hacer ciertos retoques a la estructura de derechos de exportación (DEX) que se le cobran al agro. Entre estos cambios figura uno que fue confirmado a PERFIL por varias fuentes: para evitar una fuga del asado hacia China se establecería una retención bastante más elevada para los cortes vacunos con hueso.
Es casi una definición tomada que la carne vacuna tendrá dos alícuotas diferentes y no una única como en la actualidad, y que es de 9% desde diciembre pasado. Según fuentes del sector frigorífico que están negociando este tema directamente con Basterra, la idea sería retrotraer ese tributo al 5% para el caso de los cortes procesados de mayor valor agregado, como en tiempos del macrismo.
Pero a la par se aceptará que los costillares y otros cortes con hueso deban dejar en la Aduana un 12% de su valor de exportación. Esta medida intentará neutralizar la creciente tendencia a la exportación de ese tipo de cortes, especialmente hacia China.
Si se frenan las exportaciones de asado hacia ese país, creen dentro del Gobierno, se quitarán estímulos para que los precios de la carne sigan subiendo en el mercado local. En 2019, la carne redondeó un incremento del 60% en promedio y el precio promedio de un kilo al consumidor llegaba a 325 pesos en enero pasado, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna.
En 2019, la carne redondeó un incremento del 60% en promedio y el precio promedio de un kilo al consumidor llegaba a 325 pesos en enero pasado.
Desde hace un tiempo que en el Ministerio de Agricultura barajan esta posibilidad de establecer retenciones diferenciales para la carne vacuna, en especial desde que China habilitó unos cuantos meses atrás el ingreso a su gigantesco mercado de carne enfriada y de cortes congelados con hueso. Hasta ese momento, lo único que llevaba el país asiático (que pasó a ser el gran cliente argentino, concentrando el 75% del total de nuestras ventas) era carne congelada sin hueso.
Pero a partir de julio de 2019 esa situación comenzó a cambiar. Y los cortes con hueso ganaron mucho terreno. En el último semestre del año pasado, este tipo de envíos creció de unas 300 toneladas a casi 5 mil mensuales, pasando a representar cerca del 10% de los envíos totales para China.
Un profesional del rubro frigorífico contó a PERFIL que, contra los que suponían que los chinos se iban a concentrar en cortes baratos como el brazuelo y el garrón, prefieren llevar “el asado de vaca carnicera o incluso de novillo”. El costillar lo hacen cortar en tres (dos partes de cuatro costillas y una de tres).
Así compiten directamente con la demanda local, aunque en las últimas semanas esta situación no se notó tanto porque –debido a la crisis del coronavirus y el freno de las importaciones desde China– los embarques de carne cerraron enero con un 31% de caída respecto de 2019.
Ida y vuelta
Aunque pasó inadvertida, esta idea de poner retenciones más altas a los cortes con hueso fue anticipada a los dirigentes de la Mesa de Enlace que se reunieron el jueves con el ministro de Agricultura, y que volverán a verse las caras el martes por la mañana.
Es que los ruralistas concentraron sus cañones en su reclamo por la soja y sus subproductos, que ya pagan 30% de retenciones y aportarán unos 5.500 millones de dólares este año.
El Gobierno ya anticipó que quiere hacer uso del permiso legislativo para elevar otros tres puntos estos DEX (tanto al poroto como a sus derivados), pero los agropecuarios retrucaron que será muy difícil evitar una protesta de los productores si esta medida se confirma.
Argumentaron además que llevando las retenciones al 33% la recaudación adicional será mucho menos de la que se espera (la Bolsa de Cereales de Córdoba habló de solo 380 millones de dólares), debido a que muchas cerealeras ya anticiparon ventas con las retenciones anteriores.
Por ahora el Gobierno insiste en esa fórmula, que trató de suavizar prometiendo también algunas rebajas a cultivos de las economías regionales que habían quedado tributando 12%, al igual que el trigo y el maíz. Entre estos cultivos figuran el girasol, el maíz pisingallo y el arroz. Por eso, para muchos de esos cultivos el Registro de Exportaciones que administra Agricultura se mantuvo cerrado este viernes.
Alberto: “El campo tiene que entender”
El presidente Alberto Fernández aseguró ayer que el Gobierno está dispuesto a reunirse con la Mesa de Enlace, pero al mismo tiempo le pidió al campo entender el contexto del país porque no se está pudiendo cumplir con las obligaciones, tal como reconocen organismos de crédito. “Lo que el campo tiene que entender es la situación de la Argentina.
Estamos en un país, no por culpa nuestra, donde el FMI está diciendo que Argentina no está en condiciones de pagar sus deudas y si el Fondo dice semejante cosa se darán cuenta del estado en que están las arcas públicas”, sostuvo en declaraciones radiales.
Lo que el campo tiene que entender es la situación de la Argentina, dijo Alberto Fernández pidió así a las patronales agrarias que hagan su “aporte” porque “no puede ser que a uno le piden que supere el déficit fiscal y al mismo tiempo nadie quiera aportar nada”. Tras la reunión con la cúpula del sector agroindustrial, el Gobierno decidió analizar el porcentaje de incremento en las retenciones la semana próxima y que en breve se reabrirá el registro de exportaciones.
Además, Fernández diferenció a la conducción de las entidades de las organizaciones que se están movilizando contra las medidas: “Yo veo una actitud también de parte de las organizaciones empresarias del campo y veo otra cosa en esos autoconvocados que evidentemente tienen una finalidad política, que evidentemente son opositores y como opositores tienen todo el derecho del mundo a expresarse en contra, pero deberían tener la autoridad intelectual de presentarse como opositores a la hora de hablar”.
Fuente www.perfil.com