La caída en el consumo de carne ha impactado en el nivel de actividad de los frigoríficos, en los primeros dos meses del año.
Desde la Federación de la Industria Frigorífica de la República Argentina (Fifra) aclararon que, además de la caída en la productividad de las plantas, el sector trabaja con costos mayores y sin posibilidad de exportar cueros.
“Creemos que es hora de que el sector reciba estímulos que apuntalen el crecimiento ganadero y de toda la cadena. También nos preocupa la suba de costos industriales que inevitablemente se trasladan a los precios”, admitió Daniel Urcía, presidente de Fifra.
En cuando al consumo doméstico, la federación asegura que la caída en el arranque del año ronda el 20 por ciento.
“Hay casos particulares en lo que la reducción fue mayor como por caso en la provincia de Córdoba donde la baja fue cinco por ciento superior a la nacional. Creemos que eso es consecuencia del menor turismo durante el verano y lo que habría derivado en una menor producción para abastecer a ese público”, observó Urcía.
Si bien dentro de la estructura de gastos de la industria, costo de la hacienda ocupa un lugar preponderante, desde la industria admiten que la suba de todos los otros rubros (combustibles, energía, salariales, los derivados del Covid e impuestos) hace que sea “imposible evitar los incrementos” y que no se trasladen a los precios.