“El escaso poder adquisitivo del salario llegó a la carne. Si bien es uno de los alimentos que menos aumentó en comparación con otros, aún sigue corriendo por detrás de la inflación. En el presente mes la faena de consumo ha caído y su causa seria la merma en las ventas en las carnicerías“, afirmó ayer el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas de la Argentina (Fifra) Daniel Urcía.
Luego explicó que si bien la faena de septiembre ha sido inferior a la de agosto, se debe tener en cuenta que septiembre tuvo dos días hábiles menos y un paro nacional, por lo cual la caída en la faena real sería del orden del 5%. “Por otra parte, la faena de exportación esta sostenida incorporando categorías no habituales para este destino, además de vacas y novillos, habría cortes de novillitos y vaquillonas que comienzan a integrar los embarques”, destacó Urcía.
A su vez, el directivo advirtió que sigue habiendo serias irregularidades en la cadena de la carne. “Las reformas comenzadas a introducirse para transparentar la cadena y que no se consolidaron vienen a transformarse en un lastre para la industria organizada que cada vez le resulta más difícil competir contra los operadores marginales”, remarcó.
“Una de las premisas de la cadena era contar con una escala salarial única, eso se logró en el 2017 pero este año ya no fue posible hacerlo en marzo y abril. Todavía existen mataderos y frigoríficos que pagan sumas no remunerativas, perciben REPRO, tienen personal en negro, no pagan ART y por supuesto el modelo cooperativo que es muy perjudicial porque es una competencia absolutamente desleal para con los frigoríficos que tienen otra estructura societaria. Sólo pedimos que hagan lo qué hay que hacer: controlar eficientemente”, dijo Urcía.
Y para concluír, agregó: “Todavía hay mucho por trabajar, no hay que dar temas cumplidos por solo haberlos iniciado y nos esperan tiempos difíciles por delante, porque no debemos olvidar que el verdadero negocio de la carne de Argentina es el consumo doméstico”.