Lo veo activo con el teléfono celular Don Tecno; aprovecho que dejó un momento de hablar y de contestar mensajes de WhatsApp para interrumpirlo con un mate.–Estaba intercambiando información con un grupo de veterinarios e ingenieros agrónomos respecto a la situación que está viviendo el Senasa, a partir de la decisión del Gobierno nacional de reestructurar su gestión. Y hay preocupación…
–Ni me lo diga. Tengo colegas en la zona de Deán Funes que ayer realizaron una asamblea en defensa de la oficina del Senasa en esa ciudad del departamento Ischilín. En un principio, los representantes del organismo habían comunicado que la oficina dejaría de funcionar a partir de mayo, con lo cual se generaba incertidumbre en los trámites que allí se hacían.
–No solo trámites Don Produ. Como usted sabe, el Senasa también tiene fuerte competencia en lo que son los planes sanitarios, control de alimentos y de exportaciones. Justamente, hay un fuerte rumor de que como parte de la reestructuración del Senasa, la certificación de las exportaciones se va a privatizar.
–Lo que comenzó en febrero, cuando cerró la oficina en Alta Gracia, está creciendo en dimensiones. También me dijeron que la oficina que había en Río Tercero dejó de funcionar en el local que alquilaba y ahora está dentro del edificio que tiene el Inta.
–Lo más preocupante de esta reestructuración es que no se conoce, a ciencia cierta, cómo quedará la operatividad del organismo en estos lugares donde cierra sus oficinas.
–En el caso Deán Funes, y luego de algunas gestiones realizadas por los productores y la Sociedad Rural Ganadería del Norte, habría una posibilidad de que la oficina continuara funcionando. Lo haría en el espacio físico del ente de vacunación Apalfadit. Y por el momento, la persona dedicada a cuestiones administrativas seguiría trabajando. Se conservaría, en principio, el estatus de oficina local y el veterinario tendría presencia como rutina dos veces por semana. Los productores ahora están a la espera de que estas confirmación se concreten en la práctica y que el Senasa en Deán Funes siga funcionando. El propio intendente también ofreció llevar la repartición al edificio municipal.
–Otra estructura que se está achicando es la vinculada con la Secretaría de Agricultura Familiar. En muchos casos ya se ha comunicado a personal de Córdoba que venía trabajando en sus programas la cesación de los contratos laborales. Algunos de las personas despedidas tienen más de 10 años dentro del programa, por lo que ahí no se puede alegar un sobredimensionamiento de su estructura heredado de la gestión anterior.
–El Senasa informó esta semana el despido de 210 personas; habrá que ver cómo finalmente se reorganiza para que su funcionalidad siga teniendo buena salud.