Un desarrollo público y privado permite agregarle valor a un cultivo regional con productores sanjuaninos.
Un grupo de investigadores e investigadoras del Conicet presentó «Biba» el primer alimento bebible a base de quinoa, un proyecto apoyado con fondos del Ministerio de Ciencia y en el que colaboraron la cartera de Agricultura, el gobierno de San Juan y el INTA de esa provincia.
El proyecto fue cristalizado a través de un consorcio entre el Conicet y las Universidades Nacionales de La Plata, Lanús, Lujan y Quilmes.
El investigador del Conicet y la UNLA, Emiliano Kakisu, dijo que esta bebida «el aporte del Conicet fue vital para poder crear una formulación y desarrollarla según las exigencias que hoy vemos como necesidades nutricionales. La quinoa estaba poco diversificada y creemos que esta bebida puede ser muy interesante».
En cuanto a las características alimenticias de la quinoa, el investigador del Conicet dijo que «además de nutritivo, es un alimento noble. A partir de ahora habrá un producto con alto contenido de proteínas, fortificado con vitaminas. Además, no contiene sacarosa, conservantes, ni alérgenos. Además es libre de gluten». Esta bebida puede consumirse sola o con canela, frutas o chocolate, entre otros ingredientes.
Kakisu considera que Biba «permite obtener materia prima local, favorecer la generación de trabajo y alentar el consumo interno y, por otra parte, también tener un producto agroecológico desarrollado con quinoa agroeacológica».
La empresa
Javier Basaldúa, fundador y Socio Gerente de la empresa Babasal comentó que BIba «va a competir en el rubro de leches vegetales de Argentina, pero con un insumo netamente local y que encima va a ayudar a productores de San Juan, de donde proviene la quinoa».
Esta empresa nacida se dedica desde 2015 a la elaboración de bebidas en base a frutas y leches vegetales.
Basaldúa agregó en la presentación que «queremos destacar que se pueden hacer cosas entre lo público y lo privado, que arrancó con una investigación del Conicet y las universidades que se traduce en apoyar a los productores con un cultivo nacional, que vamos a exportar con valor agregado».
Desde el punto de vista de la producción agropecuaria, Mónica Ruiz, de la Estación Experimental del INTA en San Juan, describió que los productores conformaron el Cluster quinoa Cuyo y desde la Experimental hemos tenido protagonismo. El cluster articula los sectores público y privado y les permite a los productores pueden teener una mayor seguridad para producir y comercializar sus productos».
Ruiz agregó que el proyecto comenzó hace 10 años con pequeños ensayos locales con quinoa y luego con experiencias as mayor escala.
«El cluster prioriza la organización de los pequeños y medianos productores familiares en torno al valor agregado de los procesos productivos», afirmó la profesional del INTA.