Un equipo de investigadores del INTA Pergamino obtuvo una nueva variedad de agropiro alargado, Ranquel INTA, que se destaca por su alta producción de forraje, gran rusticidad, adaptación a suelos salinos sódicos y elevada resistencia a sequías e inundaciones temporarias.
Luego de cuatro ciclos de selección, realizada con poblaciones de la Cuenca del Salado, los especialistas seleccionaron los individuos que toleraban mejor las restricciones del clima y el suelo, y que además mantenían una muy buena producción de forraje y semillas. A partir de estos materiales, crearon el nuevo cultivar.
A la hora de su presentación, Adriana Andrés, obtentora de la variedad, resaltó “su gran adaptabilidad a un amplio rango de regiones ganaderas, de suelos bajos y salitrosos, algunos de ellos con pH superiores a ocho”.
Si bien el cultivo tiene un desarrollo inicial lento, luego de unos meses forma grandes matas y produce abundante forraje. Ensayos realizados por los investigadores demostraron sus bondades. “En Chascomús se obtuvieron 6,9 toneladas de materia seca/ha, mientras que en Pergamino se llegó a 6,4 toneladas, siendo el cultivar de mejor desempeño”, dijo Javier Lavandera, especialista en forrajeras del INTA Pergamino.
Ranquel INTA fue recientemente inscripta en el Registro Nacional de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas. Mediante un convenio de vinculación tecnológica, la empresa cordobesa Caverzasi Ortin podrá multiplicar y comercializar las semillas del nuevo agropiro.