En los últimos años, el desplazamiento de la ganadería hacia zonas con limitantes al crecimiento ya sea por exceso o restricciones hídricas o suelos con salinidad o sodicidad planteó el desafío de buscar pasturas que se adapten a condiciones ambientales más exigentes. En este contexto, técnicos del INTA Rafaela –Santa Fe– presentaron Kapivera INTA, una variedad de Panicum coloratum que produce gran volumen de pasto durante la primavera y el verano, soporta anegamientos, tolera suelos salinos y se caracteriza por el mayor tamaño y peso de semillas, lo que le otorga una ventaja a la hora de la implantación.
De acuerdo con María Andrea Tomás, especialista en mejoramiento genético del INTA Rafaela –Santa Fe– y obtentora del nuevo cultivar, “se trata de una variedad que se puede sembrar desde Córdoba, La Pampa hasta Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero; tiene mucho potencial en zonas donde las condiciones ambientales son más exigentes”.
“Gracias al trabajo en mejoramiento genético, logramos que la semilla de Kapivera INTA sea un 30 % más grande y más pesada, en comparación con variedades similares”, destacó Tomás y agregó: “Con esta semilla se incrementa la producción porque, por su tamaño, se mejora la implantación y se logran más plantas”.
Si bien la zona de Rafaela cuenta con suelos de buena calidad, hacia el norte se encuentran los bajos meridionales. Allí, la salinidad del suelo y los anegamientos periódicos afectan el crecimiento de los pastos y restringen los sistemas ganaderos de cría. “Nos enfocamos en el desarrollo de una gramínea subtropical que, a pesar de las condiciones del ambiente, produzca pasto de calidad”, señaló Tomás.
Kapivera INTA (que en voz guaraní significa “pasto brillante”) es una variedad de Panicum coloratumideal para el pastoreo directo debido a que produce pasto de buena calidad con relativa resistencia al frío.
Lograr una buena implantación y obtener un stand de plantas óptimos es quizás uno de los principales desafíos para quienes incluyen gramíneas subtropicales a sus esquemas productivos.
Ensayos realizados en el predio experimental del INTA en Rafaela demostraron que la pastura puede rendir hasta 15.000 kilos de materia seca por hectárea. Sin embargo, en zonas más áridas y donde los suelos tienen menor cantidad de materia orgánica puede alcanzar los 8000 kilos.
Mediante un convenio de vinculación tecnológica, el Grupo Agroempresa Semillas de Córdoba trabaja en la multiplicación de la nueva variedad para su posterior comercialización.