Las proteínas son un componente esencial para el desarrollo del cuerpo humano, la reparación de tejidos y la producción de enzimas tanto metabólicas como digestivas. Con el objetivo de elaborar un alimento económico con alto contenido proteico, especialistas del INTI y la empresa Enyetech produjeron en el país un hongo originario de Inglaterra, denominado Fusarium venenatum y rebautizado como Kernel, que tiene propiedades nutritivas superiores a las de la carne.
“Importamos el hongo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y construimos todos los pasos necesarios para reproducirlo, a través de un medio de cultivo óptimo (con sales y glucosa)”, detalló Martín Blasco del Departamento de Bioprocesos del INTI, que realizó el desarrollo a pedido de la empresa argentina EnyeTech. “Luego del cultivo, observamos que tiene una textura similar al atún desmenuzado y que su sabor es neutro, lo que le da mucha versatilidad para elaborar diferentes alimentos dulces y salados”, agregó el especialista.
“Logramos desarrollar una técnica de producción de bajo costo y este año vamos a llevarla de una escala de laboratorio a su elaboración industrial”, anticipó Sebastián Taito, director operativo de Kernel. En este sentido agrega que el producto fue pensado para abastecer a zonas de altos requerimientos alimentarios, como comedores escolares, con un producto nutritivo y económico —a razón de dos dólares el kilogramo—.
Otra virtud interesante del Kernel es que se puede producir en condiciones controladas con poco requerimiento de espacio y genera un menor impacto ambiental que la carne, porque produce una décima parte de dióxido de carbono y utiliza 20 veces menos agua que la elaboración de proteína animal. Además, tiene alto porcentaje de fibras y bajo nivel de lípidos y grasas saturadas, por otro lado, al provenir de hongos, no contiene colesterol.
Para dar un próximo paso, los especialistas están trabajando en el diseño de un dispositivo hogareño para elaborar el hongo sin necesidad de contar con conocimientos específicos en biotecnología. “La imagen ideal que tenemos es la de un electrodoméstico, del tamaño de un lavarropas, en el cual uno simplemente tendrá que cargar un <casete>, similar a una cápsula de café pero de mayor tamaño”, detalló Fabián Nigro, director de INTI-Biotecnología.
Este trabajo se suma a las acciones que lleva adelante el INTI para brindar alternativas para el agregado de valor en la industria a partir de la Biotecnología. En este caso, se trata de un producto que permitirá ampliar el acceso a alimentos proteicos y que ya ha despertado el interés no sólo de empresas privadas sino también de organismos internacionales.
«A partir de la nueva estructura orientada al desarrollo tecnológico e innovación, INTI potenció aún más sus capacidades y vinculación con las pymes para que puedan generar nuevos productos, abrir nuevos mercados y aprovechar las oportunidades de forma más ágil de acuerdo a las demandas del mundo actual. Nuestros profesionales han desarrollado productos de valor agregado a partir de desechos o desperdicios industriales, desarrollos químicos y biotecnológicos para la salud, productos a partir de nanotecnología, entre otros. Las empresas nos traen un problema, idea o desafío y tenemos los profesionales y capacidades para convertirlos en realidad, con mecanismos de transferencia más ágiles, modelos flexibles y un sistema de gestión de la innovación que nos permite generar ese plus por el cual somos reconocidos internacionalmente», explicó Leonardo Spina, gerente de Innovación del INTI.