A pesar de una fuente rica en proteína, son pocos los propietarios de bovinos los que utilizan este suplemento debido a su alto costo. A esto se suma el temor por el hecho de que la leche podría presentar olor a pescado. Aquí aclaramos estas y otras dudas sobre este subproducto.
Luis Antonio Cuadros Moreno, zootecnista experto en nutrición animal, detalló las ventajas del producto: su alto contenido de proteína, que puede llegar hasta el 70 %, y un perfil de aminoácidos notable.
“La harina de pescado se utiliza sobre todo para ajustar la proporción de aminoácidos en dietas para rumiantes, aves y cerdos. Pero tiene problemas, como el mito en el caso de las vacas que no se puede dar mucha cantidad porque el olor pasa a la leche”, aseguró el experto.
Sin embargo, como lo afirmó Cuadros, en el proceso de metabolización es muy difícil que el olor de un alimento se transfiera a la leche. En cambio, sí puede ocurrir contaminación cuando los operarios que suministran la harina son los mismos que ordeñan.
Por esta razón, su empleo en explotaciones lecheras se hace con bastante preocupación y el porcentaje en la ración se limita entre el 3 y 4 %. (Crónica: Colombiano desarrolla harina de insectos para alimentar animales)
De otro lado, Yesid Avellaneda, zootecnista de la Universidad Nacional con maestría en Producción Animal e investigador Master de Agrosavia, explicó que la harina de pescado se emplea para animales de alta producción, que puedan compensar el alto costo del producto.
“En nuestra realidad productiva, en muy pocos casos se justifica el uso de la harina desde el punto de vista económico. Lo otro es la variabilidad del recurso que se consigue. Generalmente, harinas de pescado de Perú o Ecuador tienen mejor calidad que las nacionales, pero el tema es garantizar los niveles de nutrientes y la calidad microbiológica, que puede hacer que sea riesgoso utilizarla”, dijo.
En esta medida, el investigador de Agrosavia precisó que las explotaciones porcícolas o avícolas la utilizan más porque el factor costo-beneficio es más favorable que en ganadería.
En cuanto a los posibles residuos en leche, señaló que los mismos bovinos rechazan altos niveles harina de pescado en la ración. Para enmascarar el olor, se puede apelar a otros productos como la melaza, que hacen más palatable el producto.
Aun así, en su experiencia, este suplemento se destina a la alimentación de cerdos y aves más que la leche, a menos que se traten de ganaderías con niveles de producción muy exigentes. En cambio, algunas optan por usar harina de pluma como alternativa en explotaciones lecheras.
“Sin embargo, algo que no se puede evaluar con exactitud es el valor biológico de los recursos alimenticios. Son aspectos adicionales que no se cuantifican pero que uno sabe a ciencia cierta que tienen beneficios porque son recursos integrales. En el caso de la harina de pescado, uno la compra porque tiene proteína y también tiene otros componentes que hacen que mejore el desempeño del animal, sin dejar de lado el perfil de aminoácidos”, precisó.