Tanto en el mediano como en el corto plazo el monocultivo de soja tiene un impacto desfavorable en la productividad del cultivo que se expresa con mayor intensidad en aquellos ciclos con restricciones hídricas. Es una de las conclusiones del Proyecto Rotaciones de CREA (financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo), el cual permitió sistematizar y almacenar en una sola plataforma datos de 19,2 millones de hectáreas de once regiones agrícolas con una historia de registros -según la zona- de 9 a 22 campañas agrícolas.
Casi el 90% de los datos sistematizados de las once regiones CREA cuenta con dos campañas agrícolas trazadas, mientras que un 40%, 28% y 19% de los mismos tiene tres, cuatro y cinco ciclos trazados respectivamente. Poco más del 10% de la base llega a extenderse hasta seis campañas, mientras que los datos con más de siete ciclos trazados no supera esa cifra.
El análisis estadístico de dos campañas (casi 90% de los datos sistematizados) mostró que el rendimiento promedio del cultivo de soja sobre soja descendió 5,6% respecto de la soja sembrada con una gramínea como antecesor. Cuando ese esquema se repetía por tres campañas seguidas, la caída del rinde era de 6,2%. Tales proporciones fueron mayores en ciclos ENSO Niña (restricciones hídricas), mientras que se atenuaron en ciclo Niño (precipitaciones superiores a las normales). Los análisis de mediano plazo reflejaron resultados similares.
El trabajo -realizado por Federico Bert, Gustavo Martini, Ariel Angeli, Matías Campos, Jaquelina Chaij, Martín Montané y Federico Schmitt- mostró además que las situaciones con 40% a 60% de gramíneas en la rotación generan balances de carbono orgánico del suelo prácticamente neutros.
Se pudo verificar también una asociación positiva entre rotaciones con mayor participación de gramíneas y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs), mejora en los balances de materia orgánica y de fósforo de los suelos.
Al analizar el impacto económico de los diferentes esquemas productivos en las distintas zonas CREA, considerando Margen Bruto con arrendamiento (o costo de oportunidad de la tierra), se observó una disparidad de situaciones. Mientras que en algunas regiones CREA las rotaciones con gramíneas contribuyeron a mejorar los resultados económicos, en otras ocurrió lo contrario, mientras que en un tercer grupo no se reflejaron diferencias significativas.
A partir de este año los datos agrícolas relevados en las diferentes regiones CREA comenzarán a registrarse en una planilla única con el propósito de sistematizar el proceso de generación de información relevante para las empresas productoras de granos. Eso permitirá profundizar y extender los análisis estadísticos orientados a detectar tendencias de interés que contribuyan a explicar dinámicas de los procesos presentes en empresas CREA.