El 2005 fue el último año dorado en la ganadería argentina. En ese entonces el país logró exportar un récord de casi 800 mil toneladas de carne vacuna por una suma cercana a los u$s 1.400 millones y un consumo interno de unos 65 kilos por habitante.
En el tercer año de gobierno de Néstor Kirchner la inflación aún se ubicaba en una cifra, el valor del dólar era sumamente competitivo para los exportadores y los precios internacionales de los commodities agrícolas (incluida la carne) volaban por los aires.
Luego la historia ya es conocida. En 2006 Kirchner decidió cerrar las exportaciones para planchar los precios de la carne. Resultados: quebraron miles de productores, se pedieron 12 millones de cabezas y 17 mil puestos de trabajo en la industria frigorífica.
El golpe para la cadena cárnica fue demoledor. De pasar de ser el tercer exportador del mundo, la Argentina pasó a ubicarse en el puesto 17 con menos de 180 mil toneladas. Pero en los últimos años el país logró remontar, al menos un poco, esta situación.
Los especialistas Fernando Canosa y Víctor Tonelli expusieron los números en una jornada en La Rural. En 2016 las exportaciones crecieron a 230 mil toneladas, mientras que en 2017 fueron 312 mil toneladas. Este año, en tanto, se prevén más de 420 mil.
Si se cumplen tales previsiones, en 2018 la Argentina pasaría a ocupar el séptimo lugar en el ranking de exportadores mundiales de carne vacuna superando, después de mucho tiempo, a países como Paraguay, Uruguay y México (que también nos superó).
Hace unos días en un nuevo aniversario en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el presidente Mauricio Macri habló de exportar 1 millón de toneladas. El desafío de la cadena está puesto en ese número. Pero no será una tarea sencilla.
Un estudio realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y el Rosgan, al que accedió LPO, considera que la Argentina podría exportar 870 mil toneladas recién en 2027. Es decir, dentro de 9 años el país superaría el volumen exportador en 2005.
«La tasa de crecimiento anual acumulativa de las exportaciones de carne sería del 11%, un valor realmente muy importante. Sería un verdadero shock positivo de exportaciones», indicaron los analistas Raúl Milano (Rosgan) y Julio Calzada (BCR).
El documento de Milano y Calzada estima que en 10 años la producción de carne podría crecer un 29% superando las 3,6 millones de toneladas en 2027, mientras que el consumo interno aumentaría un 10% llegando a 65 kilos por habitante por año.
En diálogo con LPO, Ulises «Chito» Forte, presidente del IPCVA, aseguró que «el mundo está demandante de carne y la Argentina está muy lejos de su techo productivo; depende de nosotros aprovechar las oportunidades que se nos presentan».
Por estos días la cadena cárnica está eufórica por la apertura del mercado japonés. «Trabajamos mucho para esto. Hay una visión para integrarnos al mundo generando confianza», dijo anoche en Palermo el ministro Luis Miguel Etchevehere.