Los profesionales que se dedican a resguardar la salud de los bovinos tienen como punto a favor trabajar al aire libre, sin aglomeraciones. Por ende, el primer recaudo es minimizar lo más posible el acceso a lugares multitudinarios.
Una vez en el campo, es necesario cambiar algunos hábitos cotidianos. Por ejemplo, no saludarse con abrazos, ni apretones de manos, no compartir el mate y antes y después de la tarea en la manga, lavarse bien las manos, usar alcohol en gel y toallitas descartables.
Si presenta algún síntoma característico del COVID-19, por más mínimo que sea, no se debe concurrir a mangas ni corrales y quedarse en el hogar.