Ante la ocurrencia de casos con sintomatología clínica compatible con triquinosis en el partido de Azul (provincia de Buenos Aires) durante la semana pasada, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a los consumidores de productos porcinos y derivados algunas recomendaciones que deben tener en cuenta para prevenir el contagio de la enfermedad.
La triquinosis es una zoonosis producida por un parasito del género Trichinella. Las personas se enferman al consumir carne insuficientemente cocida o productos elaborados con carne de cerdo o de animales silvestres, principalmente jabalíes y pumas, que contienen en sus músculos larvas del parásito.
La faena doméstica y la carneada de cerdos en el campo –hábitos difundidos entre la población rural y periurbana– sin los controles correspondientes significan un riesgo para la salud de los consumidores. Como en este proceso se utilizan carnes sin cocción, los chacinados, embutidos y salazones resultantes pueden contener larvas de los parásitos que producen la enfermedad. Una vez ingeridas, las larvas de Trichinella spp pasan por el sistema digestivo, ingresan al torrente sanguíneo y viajan por la sangre hasta que finalmente se alojan en los músculos.
Los principales síntomas de la triquinosis son: fiebre, diarrea, vómitos, hinchazón de párpados, fotofobia o decaimiento similar al de la gripe, dolores musculares y, en casos severos, puede ocasionar la muerte.
En consecuencia, quienes produzcan y elaboren estos productos deben verificar que la carne sea apta para consumo humano. Para ello, deben remitir una muestra de carne (entraña) de cada animal para que sea analizada en un laboratorio de la zona mediante la prueba de digestión artificial.
En el mismo sentido, es importante que solo obtengan chacinados en establecimientos habilitados y no en lugares informales en los que no se puede demostrar la inocuidad y la trazabilidad del producto adquirido.
La prevención también debe trasladarse hasta los hogares: es importante cocinar correctamente la carne hasta que su interior pierda el color rosado, a fin de prevenir la transmisión de la enfermedad. Además, debe tenerse en cuenta que la salazón, el ahumado y la cocción en microondas no matan al parásito que produce la triquinosis.
Tomar conciencia sobre la importancia de prevenir la triquinosis permitirá modificar ciertas prácticas culturales en la elaboración y en el consumo de alimentos, promover una alimentación responsable, evitar riesgos y consumir alimentos seguros.
Si presenta algunos de los síntomas mencionados y consumió recientemente carne o subproductos derivados del cerdo o animales silvestres concurra rápidamente al centro de salud más cercano.