La preocupación por la situación climática no impidió la masiva asistencia de productores agropecuarios a un salón céntrico de San Pedro para escuchar a los especialistas e investigadores convocados por la jornada de actualización sobre trigo, organizada por la empresa Yara.
En la primera disertación Gustavo López, director de la consultora Agritrend, presentó los números que pronostican una campaña auspiciosa: luego de una reducción del área de trigo hasta una de las cifras más bajas de los últimos 100 años, se estima un rebote que elevará la superficie triguera en más de 40 por ciento para la campaña que arrancará a pleno apenas el agua lo permita. “El escenario es positivo –señaló–, la producción tiende a la baja a nivel mundial y vamos a tener precios relativamente buenos, es una oportunidad para la Argentina”.
Luego se detuvo sobre la importancia de producir trigo de calidad para alcanzar las mejores bonificaciones en los precios y expresó su preocupación sobre la incidencia en ese sentido del progresivo deterioro de los suelos. “Hoy se repone sólo el 33 % de los nutrientes totales”, expresó, para luego agregar: “Estamos en un consumo de 2,9 millones de toneladas de fertilizantes y, para llegar a desarrollar el potencial de la agricultura, estos valores deberían triplicarse”.
Juan Manuel Pautasso, investigador del INTA Diamante, estimó en la misma línea que se viene una muy buena campaña de trigo si no hay nuevos eventos adversos y destacó el buen momento para la reposición de nutrientes teniendo en cuenta que la relación actual del valor del trigo con el de los fertilizantes es tres veces más conveniente que en años anteriores.
También presentó a los productores su sistema de diagnóstico para determinar las dosis a utilizar en función del rendimiento lograble, analizando una variedad de parámetros que permiten ajustar la fertilización en cada caso, en lugar de basarse en umbrales fijos. Y destacó, que todo el proceso de diagnóstico debe comenzar con el análisis de suelos.
Nahuel Reussi Calvo, investigador del Conicet y coordinador técnico del laboratorio Fertilab, coincidió en que en el análisis de suelos y en su correcta interpretación está la llave para tomar las decisiones que permitan llegar a un trigo con alto rendimiento y contenido proteico. Ubicó allí el punto de partida de las buenas prácticas que incluyen conocer el nitrato inicial del lote, el potencial de mineralización, el monitoreo de nitrógeno y el momento de fertilización. “Actualmente el promedio de proteína de trigo en la Argentina es tan sólo del 9 por ciento, muy bajo y preocupante. Hay que construir el nitrógeno, hacer las cosas bien redunda en una mayor proteína y, en consecuencia, en un diferencial de precio mucho mayor”.
Para una buena nutrición, es esencial asegurar la disponibilidad de nitrógeno, el nutriente por excelencia de las plantas. Y a la hora de elegir la fuente de nitrógeno, se deben considerar las ventajas y desventajas de cada una, ya que algunas fuentes pueden tener pérdidas por volatilización de hasta cerca del 50 por ciento antes de llegar a la planta. Por eso, Gustavo Elías, responsable de desarrollo de Yara presentó diversas formulaciones de fertilizantes a base de nitratos, una forma de nitrógeno que prácticamente llega en forma completa a la planta.“Nuestros productos prácticamente no tienen pérdidas de volatilización, no liberan amoniaco a la atmósfera y están disponibles para el cultivo en forma inmediata, ofreciendo una máxima eficiencia en el uso de nitrógeno”.
Por otra parte, también hay que ver que otros nutrientes y micronutrientes están faltando en el suelo, ya que en los últimos años los monitoreos están presentando deficiencias alarmantes de zinc, sulfato y potasio principalmente. En base a eso puede elegirse el producto que ofrece la combinación más adecuada.
Para finalizar, Margarita Gónzalez, responsable de Desarrollo de mercado y Marketing de Yara, presentó una serie de ensayos realizados con entidades como el INTA, AACREA y otras que ratifican los beneficios en rinde y calidad de la fertilización con nitrógeno a base de nitratos. Recomendó realizar un manejo preciso del nitrógeno y el azufre, así como una elección consciente de la fuente de nitrógeno a aplicar, para luego cerrar la jornada destacando que “la calidad y el rendimiento se construyen con la nutrición”.
PRENSA: YARA