La vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, no descartó hoy una suba de retenciones al campo para frenar el incremento de los precios de los alimentos. En tanto, desde el agro rechazaron esa opción.
Vale recordar que el Gobierno subió las retenciones en soja al 33% para el grano (estaban en el 24,7% cuando asumió). En trigo y maíz las aumentó de 6,7 a 12%. En tanto, por ley de la emergencia económica en estos últimos dos cultivos las podría aumentar tres puntos más.
«No tenemos tantas herramientas y tenemos que usar todo lo que tengamos. Nosotros apostamos al diálogo», apuntó la funcionaria según consignó Télam a partir de la entrevista.
La inflación de 2020 se ubicó en 36,1% mientras la canasta básica alimentaria aumentó un 45,5%. Con esa foto, el Gobierno le puso foco a los precios de los alimentos. En el caso del aceite, está trabajando con los exportadores en un mecanismo para que se venda a precios accesibles.
Por otra parte, viene de cerrar un acuerdo por la carne vacuna con la industria para que ocho cortes se comercialicen hasta un 30% rebajados, volviendo a precios de diciembre último. El 30 de diciembre pasado, además, cerró las exportaciones de maíz con la excusa de asegurar el abastecimiento interno para los sectores que lo transforman en otros productos. Sin embargo, tras un paro del agro en enero pasado dio marcha atrás con la medida reemplazando esto con un monitoreo a las exportaciones. Además, abrió una mesa de diálogo con el sector privado. También está buscando un acuerdo por el trigo.
«Las retenciones son una herramienta técnica que permite desacoplar el precio nacional del internacional, para garantizar una oferta de alimentos a un precio razonable para los ingresos de las familias», remarcó.
Precisó que el Gobierno trabaja para una pauta de inflación del 29% y al respecto subrayó: «Nosotros estamos dando lugar a las conversaciones para que no se nos diga que actuamos en exabrupto».
Luego de sus declaraciones, comenzaron las reacciones de rechazo en las entidades del campo. «Trascendidos como este generan alarma y preocupación», dijo Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro.
«Estamos comprometidos al diálogo para fomentar la búsqueda de instrumentos que alivien el bolsillo del consumidor y que logremos motorizar nuestros diversos sectores productivos, que verdaderamente están asfixiados de impuestos», agregó el dirigente, que integra la Mesa de Enlace.
Iannizzoto advirtió que «si no se conversa previamente y no establecemos reglas de juego, vamos hacia una situación que es más de lo mismo y los problemas seguirán sin solucionarse».
«Pedimos que se llame a los distintos sectores de la producción, al sector cooperativo, en donde está toda la cadena, para que entre todos demos una opinión y busquemos la manera de resolver el tema de los precios en la Argentina», señaló.
En ese sentido, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri, remarcó que es necesario que se enfoque en lo que es la cadena en su totalidad: «La producción primaria, cuando llega a góndola, sufre, en promedio, un incremento del 368%. Pensar que con más retenciones que rebajen solamente al valor primario se puede llegar a controlar el incremento en los precios finales, es un error conceptual muy grave».
«El Estado no trae soluciones. En lo que hace a la cuestión tributaria, es parte del problema. La vicejefa debería saber que la parte primaria en el precio de un producto no supera el 20 o 25%. En cambio, la carga impositiva es muchas veces más del 30%«, apuntó Salaverri. Y agregó: «Se utiliza la excusa de los precios cuando lo que a mí entender se busca es una mayor recaudación».
FUENTE: LA NACIÓN –