Nuestra ganadería necesita mas que nunca de manejo técnico para poder competir en estos tiempos de sequía y alto costo del uso de la tierra. Esa es la realidad actual y de la cual ningún eslabón de la cadena ganadera esta ajeno. Y quizás una de las herramientas para ayudarnos a sacar adelante a la ganadería, sea en el corto plazo, un cambio de visión, una transformación en la manera de mirar lo que estamos produciendo: no es solo un animal terminado con destino de carne o leche, es grano y pasto al cual le hemos dado valor agregado en nuestro establecimiento transformándolo en carne o leche.
Esta claro: a nuestro «agregador de valor», el animal, nos va a costar mucho mantenerlo en grandes superficies de alto valor (5 a 10.000 U$S/ha en área nucleo). Destinemos entonces a esas superficies a producir la materia prima, el pasto y el grano, eficientemente y coloquemos al animal en menor superficie, dándole un manejo nutricional de alta calidad y profesionalismo, produciendo una cosecha de forrajes sin perdidas con silos y henos de alta calidad, que formarán parte de una dieta balanceada.
Con la gran expansión y rentabilidad económica que ha tenido en los últimos años la producción de soja, ya es componente indiscutido de los establecimientos mixtos o antiguamente ganaderos. Su cosecha deja un elemento en el campo, su rastrojo, que en situaciones de sequía y de números ajustados para la ganadería, es una tentación usarlo para la confección de heno de emergencia. Pero el mensaje es claro: si queremos que la ganadería salga a adelante, necesitamos alta eficiencia, por lo tanto este tipo de rollos esta prohibido en un establecimiento que pretenda ser competitivo.
¿Por qué?
Hacer rollos con rastrojo de soja, nos traerá mas problemas que las aparentes soluciones que genera. Estos problemas afectan a dos cosas principalmente: al lote y al animal.
Sabemos la importancia que tiene en un sistema de siembra directa continua la cobertura del suelo. Esta cobertura, además de reponer carbono al suelo, protege al terreno del impacto directo de las gotas de lluvia, de la desagregación de sus partículas y posterior planchado, disminuye la erosión, aumenta la conservación del agua y baja el poder desecante del viento. Si nosotros utilizamos esta cobertura para rollos, todos estos problemas actuaran directamente sobre el suelo.
Con un rollo de estas características, estaremos alimentando a nuestro animal con algo que tiene aproximadamente un 66% de tallos, un 34% de vainas y solamente un 1% de hojas. Es decir que la parte digestible estaría formada casi exclusivamente por el contenido de vainas del rollo, ya que estas presentan un menor contenido de lignina y mayor proteína, pero al ser mayor el porcentaje de tallo, rico en pared celular y lignina, se baja considerablemente la digestibilidad del material. Veamos además algunos valores promedio del rastrojo de soja, comparado con un forraje tradicional:
Materia Seca % | Proteína Bruta % | FDN % | Dig % | EM Mcal/kg MS | |
Rollo de rastrojo de Soja | 87,8 | 5,3 | 70 | 41,5 | 1,49 |
Rollo pastura base Alfalfa (p. florac.) | 88,5 | 18,8 | 56 | 59,5 | 2,15 |
Además el bajo volumen de rastrojo en superficie, dejado por el cultivo de soja, obliga a realizar un mayor numero de pasadas con la maquina por hectárea, lo cual aumenta su desgaste, la compactación ocasionada al suelo y el consumo de combustible por rollo, aumentando entonces el costo en la confección de cada rollo, para lograr algo de muy baja calidad.
Algunos consejos a tener en cuenta cuando se trabaja con enrolladoras:
-
Realice zigzagueos discontinuos para llenar uniformemente la cámara de compactación.
-
Trabaje con la máxima presión de compactación permitida por la máquina.
-
Regule la posición del recolector a una altura de trabajo de 5 cm. Evite pérdidas y entrada de tierra.
-
Regule el sistema de atado para evitar la excesiva pérdida de hojas en la capa superficial del rollo.
-
Utilice el sistema de doble agujas para el atado de los rollos, disminuirá los tiempos muertos y tendrá menor pérdida de hojas durante dicha operación.
-
Trabaje con andanas de forma y volumen uniforme, con una densidad aproximada de 5 – 6 kg de pasto por metro lineal.
-
Para la confección de heno trabaje con un porcentaje de humedad del material que nunca supere el 20%. Detener con rocío y excesiva pérdida de hojas por resecado.
-
Cuando confeccione rollos para henolaje, trabaje con un porcentaje de humedad comprendido entre el 45% y el 55%, con un diámetro máximo de los rollos de 1,30 metros.
Démosle valor agregado a nuestros granos a través del animal. Produzcamos entonces un forraje conservado de alta calidad y sin pérdidas. Henifiquemos las pasturas en el estadio fenológico correcto (10% de floración para leguminosas y prefloración para gramíneas), para obtener un forraje de alta calidad y cantidad, y hacer mas eficiente el sistema productivo.
Obtenga más información sobre el tema en el manual de descarga gratuita «forrajes conservados de alta calidad y aspectos relacionados al manejo nutricional», (click aquí para acceder). El mismo se puede descargar en formato pdf.
Acérquese al INTA PRECOP para más información.
Autores:
1 Ing. Agr. José Peiretti; 1 Ing. Agr. MSc. Mario Bragachini; 2 Ing. Agr. Rubén Gimenez
1 Proyecto PRECOP. INTA EEA Manfredi. peiretti.jose@inta.gob.ar . Tel.: 03572 493039
2 Área producción Animal. INTA EEA Manfredi. rgimenez@manfredi.inta.gov.ar . Tel.: 03572 493053