Poco después del mediodía de ayer ingresó formalmente en el Concejo Municipal el mensaje enviado por la intendenta Mónica Fein, que apunta a generar una nueva discusión sobre el uso de glifosato dentro del recinto. Tal como lo había anticipado, la mandataria no vetó la ordenanza de prohibición que votaron en noviembre pasado por unanimidad los ediles. Aunque, en el Palacio de los Leones dijeron que esa normativa “no genera un marco adecuado sobre la manera en que se producen alimentos orgánicos en Rosario, no tiene en cuenta la ley vigente, reduce la restricción a un solo elemento, y posee muchos errores legislativos y técnicos”. Por eso, se envió una propuesta calificada como más amplia y superadora. “Incluye a los pequeños productores en los sectores periurbanos de la ciudad y que apuesta a generar un plazo de reconversión hacia la agroecología de tres años”, se indicó. Esa iniciativa levantó agitadas polémicas en el plano político local.
“Entendemos que el mensaje enviado es superador y nos abre la puerta para debatir cómo reconvertimos la producción en el periurbano de Rosario”, destacó ayer el concejal oficialista Horacio Ghirardi. “Creemos que antes de la sanción debe haber un acompañamiento del Estado a través de este programa que incluye el mensaje y ampara a pequeños productores que hoy cultivan de esa forma”, agregó Ghirardi.
A grandes rasgos, el escrito elevado en primer lugar ratifica la vigencia de la ordenanza anterior (8.871 del 2011), a la que la Intendencia considera como “muy completa”, y que se está implementando hace mucho tiempo en las zonas perirubanas de la ciudad, que representan sólo 800 hectáreas de las 17.600 que tiene la ciudad.
Además, promueve la creación del programa “Cinturón verde”, que está destinado a pequeños productores frutihortícolas y quinteros, que integran uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, para que puedan tener el acompañamiento y la asistencia del Estado con financiamiento, capacitación, venta y comercialización, en este cambio de modelo productivo”.
“Hay que entender lo que significa esta reconversión”, confió el concejal Ghirardi. Y aclaró: “En ningún momento la intendenta manifestó que no cumplirá con la ordenanza, sino todo lo contrario. Pero antes de aplicar sanciones a pequeños productores, sería positivo que cuenten con un acompañamiento del Estado, y no con una imposición”.
Contrapuntos
El mensaje del Ejecutivo contiene duros cuestionamientos sobre la falta de profundidad y debate que tuvo dentro del Concejo la ordenanza impulsada por el edil Osvaldo Miatello.
En ese marco, Miatello apuntó que “si el proyecto de Fein es superador, lo recibiremos de la mejor manera y lo discutiremos debidamente en las comisiones, pero como no hubo veto, la prohibición rige igual”, advirtió el edil. “No hay forma de no cumplir con la ordenanza, si no estaríamos frente a un incumplimiento de deberes de funcionario público. Si la propia intendenta dice que no la veta pero no la aplica, es muy grave”, resaltó Miatello.
Por su parte, el concejal Eduardo Toniolli recordó que “la ordenanza 8.871 de 2011 no incluía la prohibición de la aplicación de glifosato en la ciudad. Eso se corrigió en la nueva ordenanza aprobada en noviembre”, subrayó el edil. En ese sentido, advirtió que no votará “el mensaje del Ejecutivo tal como fue presentado por la intendenta, ya que hay que debatirlo y mejorarlo. Pero hay que dejar en claro que debe haber una clara prohibición del uso de glifosato en toda la ciudad”.