Muchos toman como que “el campo” es el gran ganador del modelo. Pero no todos somos lo mismo, los pequeños y medianos productores seguimos complicados. Cuando pasamos por el banco nos sacan a patadas. No somos sujetos de crédito. Pero esto no es ni culpa del macrismo, ni del kirchnerismo. Nosotros no estamos en la grieta, estamos en el sótano. No estamos siquiera contabilizados como agricultores. Algo que también falló con el gobierno anterior. Por eso hablamos más allá de los gobiernos. No nos dedicamos a la política, sino al gremialismo.
Eso lo decía ya Humberto Volando. Hoy, el gremialismo rural debe decir que en la ciudad de Salta, por ejemplo, son cada vez más porque reciben a gente de Tartagal, de Rosario de la Frontera, o de las zonas adonde se quedan sin trabajo en el campo. Acá la línea en nuestra provincia es el desmonte y la tala indiscriminada. Una decisión que baja de presidencia de la nación y se cumple a rajatabla en el gobierno salteño. Que cambia a un ministro para poner una CEO, que viene de una gran empresa y no tiene ni idea lo que pasa al pequeño productor. Por eso preguntaría qué queremos. ¿Producir para quién?
Hay muchos productores que según se escucha siempre, han tenido que abandonar su actividad tradicional para pasarse a la soja…
-Pero ya no hay más productores de soja de 50 hectáreas. Pongamos el ejemplo de diez dueños de 50 hectáreas cada uno: se retiran de la actividad y a la tierra la trabaja un pool que hace 3 mil hectáreas acá, 2 mil en Santa Fe, 4 mil en Córdoba. Fíjense, recorran Anta. Ustedes hablaban del poroto, de la producción de Joaquín V Gonzalez, por ejemplo. Ya no están más. Hay 10 empresas. Eso es a lo que tiende el gobierno de la provincia y la Nación. A que diez empresas manejen todo. En el NEA está desapareciendo el algodón. Y directamente desapareció el pequeño productor.
No es un problema económico, sino político…
-El problema, sea el gobierno que sea, es que necesitamos una política agraria distinta para los que somos distintos. Por eso hablamos de la segmentación, porque no somos todos iguales. Yo respeto a Alfredo Olmedo. Y habrá 10 como él en toda la provincia. Mientras a un productor de escala como la mía, pequeño chacarero, tenemos que salir de la actividad. Cuando hablamos del arraigo de nuestros jóvenes, es porque como entidad gremial apostamos por la diversificación, por un interior poblado. Es mentira que Salta es una provincia pobre. Podemos cosechar toda la variedad de gamas de vegetales. Tenemos desde camélidos a porcinos. Pero nos metieron en la cabeza que éramos pobres y que sólo a los grandes les va bien.