Desde que está operativa, hace casi dos años, la aplicación Feria Ganadera no deja de sumar usuarios. Son unos 560 los que ya la usan de manera gratuita. Está financiada por firmas consignatarias de hacienda. Por allí se hacen, en promedio, 125 operaciones por mes.
Federico Moreno Rodríguez Chalbaud y Joaquín Cassagne desarrollaron esta aplicación que funciona como plataforma comercial para la hacienda y agiliza la gestión de venta a través del catálogo de lotes y la divulgación del contenido vía e-mail o WhatsApp. Es dinámica, ya que ofrece la posibilidad de cargar fotos y videos que permanecen en la web hasta que se venden.
«Replicamos online la manera en que se trabaja en el negocio, con la ventaja de que permite caracterizar rápidamente la hacienda que se vende y recibir en tiempo real las ofertas y datos -dice a LA NACION Moreno Rodríguez Chalbaud -. Se puede operar desde áreas rurales y eso es un factor clave, los interesados publican el lote y lo empiezan a replicar los mismos usuarios».
Insistió en que agregan servicios en cada transacción en el momento más crítico, que es el de la compra. La estrategia de lanzamiento fue un modelo B2B, para eventualmente migrar a un B2C. El comienzo fue con las cuatro firmas consignatarias de hacienda más importantes del país y al poco tiempo sumaron otras.
El objetivo a corto plazo es consolidarse en la Argentina y expandirse a Paraguay, Brasil (donde ya cerraron una alianza comercial y trabajan en la adaptación de la plataforma) y Uruguay.
«Buscamos primero la integración de los actores en la plataforma, empezamos con las consignatarias y vamos a integrar a productores y frigoríficos», apunta Moreno Rodríguez Chalbaud.
Señaló que el hecho de que los precios estén publicados aporta transparencia y, a medida que se genera volumen, armarán indicadores por categoría. «Es una alternativa para dar igual posibilidad al gran productor o al pequeño que por costos o por la cantidad de animales que tiene no cuenta con poder de negociación», precisó.
La aplicación es fácil de usar y los formularios se completan de manera rápida, creando un «catálogo prolijo» del lote, asentando lo que se ofrece y lo que se compra. Sólo al momento de la entrega, contó Moreno, puede haber algún ajuste por kilos o porque algún animal no llego bien.
«La divulgación es ágil y eso fortalece las operaciones», agregó. En una segunda etapa analizan sumar servicios financieros a través de bancos o con propuestas de los mismos clientes de la aplicación.
Para Moreno Rodríguez Chalbaud, la mayor barrera es la cultural, «adoptar la plataforma no desde lo tecnológico, sino desde el hábito que, de ninguna manera, significa abandonar el mercado tradicional sino complementarlo».
Fuente: La Nación