Las empresas de transporte de carga atraviesan una coyuntura muy complicada por la suba de costos y la caída de la actividad que, en algunos rubros, alcanza 60% interanual. En el caso puntual del movimiento de cereales, todas las expectativas están focalizadas en esta cosecha. Córdoba representa entre 10% y 12% del total del sector en el país.
José Arata, presidente de la Cámara Empresarial del Autotransporte de Cargas (Cedac), plantea que la situación se complicó porque la delegación local del Sindicato de Camioneros reclama un bono adicional al establecido por decreto en diciembre. Están pidiendo ahora $8500. «Las empresas no están en condiciones de pagarlo y, ante la negativa, hay asambleas todos los días desde el viernes pasado lo que también hace difícil cumplir los compromisos asumidos», describe.
Estima que la baja del nivel de actividad es de 30% promedio interanual y la suba de costos es «permanente». El gasoil, anualizado, acumula un alza de 109% respecto a febrero de 2018 y los peajes nacionales, en algunos casos, se incrementaron 1200%. Ir y volver con una carga entre Córdoba y Buenos Aires insume $2500 de peajes.
Arata apunta que el panorama es «muy complicado» no sólo para las pymes -que fueron las primeras en sentir el impacto- sino para las grandes empresas.
«Hay dificultades para pagar sueldos; la semana pasada tuvimos una reunión con la AFIP y solicitamos planes a más largo plazo porque si no en 60 días tendremos una ola de embargos», dice. Agrega que entre noviembre y febrero los costos subieron en promedio 15% y los dadores de carga «no admiten pagar más que un cinco por ciento más».
Pablo Trápani, secretario general de la Federación Cordobesa de Transporte de Cargas (Fecotac), delinea un panorama similar para el movimiento de granos. La nueva tarifa acordada hace unas semanas para esta provincia implica un alza del 9 por ciento respecto de fin de año. El acta suscripta, además, propone fomentar los acuerdos particulares para darle previsibilidad al mercado y evitar las «grandes caídas en el precio de la tarifa por fuera de la cosecha gruesa».
Señala que es «trabajoso» conseguir que se respete el pago de la tarifa y califica a la del 2018 como la «peor crisis de las últimas décadas; se mezclaron los problemas climáticos con la devaluación». En 2018 se realizaron un millón de fletes menos en la logística de granos.
«No sólo transportamos poco sino que terminamos ahogados financieramente; no se puede ni cambiar un cheque ni girar en descubierto porque los costos no se pueden tolerar. Estamos esperando que arranque esta cosecha para tratar de mejorar un poco», apunta.
En Córdoba hay 8800 empresas de transporte de cereales (gestionan entre 14.000 y 15.000 camiones) y, según Fecotac, la mitad de las pymes (que son mayoría) están en problemas. «Hemos planteado la situación al gobierno nacional porque si no hay unidades en condiciones, los granos no llegan al puerto. Hay promesas pero no respuestas concretas», sintetiza Trápani.
