La semana pasada, las operaciones del mercado de Liniers comenzaron con un retroceso generalizado de precios, que se fueron recuperando entre miércoles, viernes y este martes. Las bajas entradas, a causa de las esperadas lluvias, impulsaron los aumentos.
Pero ayer, con ingresos abundantes (11 mil cabezas) los valores bajaron entre $4 y $6, a excepción de las vaquillonas, la categoría con mayores pérdidas en la última semana del año y la única que recuperó el nivel máximo nominal del pico de Navidad.
De este modo, el nivel de precios de ayer se volvió a parecer al promedio de la semana pasada.
Al promediarlos con los más altos del martes, la media de esta semana parcial todavía acusa incrementos de entre 1 y 3% intersemanal, aunque el balance debería leerse como un amesetamiento en las cotizaciones.
La oferta se ha mantenido en un nivel de alrededor de 10% arriba del promedio de un año, tanto en la semana pasada como en la presente.
En las comparaciones con los valores de 30, 60 y 90 días atrás, se advierte mejor este amesetamiento, con aumentos en un mes que no alcanzan a la inflación esperada para diciembre, con la excepción de las vacas que casi la empata.
En cambio, los aumentos en 2 y 3 meses quedaron bien por encima de la suba generalizada de precios.
Ajuste por inflación
El precio real del novillo de consumo acumula la cuarta semana con leves retrocesos. Sin embargo, a pesar de que lleva perdidos $10 (de poder adquisitivo de hoy), todavía se encuentra en un nivel comparativo alto.
Supera en 23% a la trayectoria de los promedios móviles de 52 semanas y 33% al valor de la misma semana de 2020.
El señalado amesetamiento de precios puede estar pronosticando mayores retrocesos en las próximas semanas.