Las expectativas se vuelven a centrar en China que recomenzó gradualmente su actividad
Tras un marzo absolutamente extraordinario en materia de oferta de carne vacuna, ya que al aumento relativo de la oferta ganadera se le sumó la agudización de la caída de los mercados internacionales a causa del COVID-19 (lo que arrojó más carne aún al mercado local), ahora las expectativas se vuelven a centrar en China que recomenzó gradualmente su actividad tras superar, aparentemente, la pandemia.
Por supuesto que en el gigante asiático cualquier movimiento es exponencial al punto que, “ellos ya abrieron 2 millones de restaurants”, según destaca el especialista Ignacio Iriarte, aunque esas comprar todavía no absorben los cortes de mayor calidad como los que llevaba la Unión Europea, hoy prácticamente cerrada, al punto que peligran otra vez, tanto la Cuota Hilton que se debería completar a fines de junio, como la más reciente 481.
También el cupo a los Estados Unidos, recientemente recuperado, está en juego por los excedentes internacionales que hay, y hasta Israel se retiró por el momento del mercado, explicó Iriarte.
El caso es que toda esa oferta, sigue retenida en Argentina, con alto costo de frío para conservarla y comienza a provocar algunos movimientos de “ofertas” insólitas con precios por debajo, o a la par, de otros menos sofisticados, pero más demandados en la plaza local hoy muy bien abastecida, situación que también los analistas coinciden en que se mantendrá los próximos meses.
“El precio en origen es similar al de hace 3-4 meses atrás. Donde faltan controles es en la distribución y en el comercio minorista”, consideró Iriarte sobre los altibajos de precios al consumo que provocaron algunas reacciones poco prácticas de parte de los funcionarios menos duchos, pero que coincide con quienes destacan que las mayores subas se dieron en las zonas de poder adquisitivo medio y bajo (que, en general, llevan los cortes más baratos), y que pasado el “efecto freezer”, por el que Iriarte explica la firmeza de la demanda local ante el miedo de desabastecimiento por el COVID-19, se irá tranquilizando nuevamente la plaza.
Para los frigoríficos, varios de los cuales venían exportando cantidades voluminosas, al punto que 2019 cerró con el récord de casi 850.000 toneladas (equivalente res c/hueso) vendidas al exterior, el parate actual es muy complicado y de ahí las expectativas sobre la reiniciación de las compras chinas, destino que el año pasado llevó casi el 50% del total exportado.
FUENTE: Ambito Financiero