Las acciones de Bayer, el nuevo propietario de Monsanto, se desplomaron en casi un 11% en la Bolsa de Frankfurt, después de la condena a la empresa estadounidense, el viernes pasado, donde un tribunal de San Francisco le ordenó pagar casi US$290 millones al encargado de mantenimiento de un establecimiento educativo que argumentó que contrajo cáncer por culpa del glifosato.
En Frankfurt, las acciones de Bayer retrocedieron un 10,8% y la firma perdió más de 11.000 millones de euros de su capitalización, según consignó AFP.
Monsanto tiene que indemnizar con 289 millones de dólares a Dewayne Johnson, de 46 años, que dijo que el uso del herbicida le provocó cáncer en los ganglios linfáticos y la multinacional no informó de su peligrosidad.
Monsanto anunció que apelará la sentencia. Actualmente, la empresa enfrenta miles de demandas similares en Estados Unidos. La condena es la primera que se dicta y puede sentar precedentes para los juicios futuros. A pesar de esto, el grupo farmacéutico alemán dijo que no detendrá la producción del glifosato.
Según el analista de Mainfirst Michael Leacock, los juicios contra Monsanto (solo en EE.UU. según Reuters, enfrenta unos 5000) «podrían fácilmente alcanzar 10.000 millones de dólares», incluyendo posibles acuerdos amistosos con una gran cantidad de demandantes.
«Si cada juicio perdido cuesta 250 millones de dólares, no hace falta mucho para que esto se convierta en algo suficientemente caro», dijo a AFP. Y agregó: «Si los consumidores lo consideran peligroso, hay un riesgo para las ventas a largo plazo».
En un comunicado, Monsanto se solidarizó con Johnson y su familia. Sin embargo, explicó: «La decisión no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones científicas, y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos y las autoridades reguladoras de todo el mundo, respaldan el hecho de que el glifosato no causa cáncer, y no causó el cáncer del Sr. Johnson».
Luego continuó: «Apelaremos esta decisión y continuaremos defendiendo vigorosamente este producto, que tiene una historia de 40 años de uso seguro y continúa siendo una herramienta vital, efectiva y segura para los agricultores y las demás personas».
El jurado de EE.UU. se había basado para el fallo en un documento del Centro Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), de la OMS, que había señalado al glifosato como «probablemente cancerígeno». Sin embargo, después la OMS y la FAO dijeron que era «poco probable» que eso sucediera.
En esta línea, Monsanto señaló que que la opinión de «este jurado no cambia el hecho científico».
«No cambia las numerosas fallas en la clasificación de glifosato del Centro Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), que no es un organismo regulador y no realizó estudios independientes», justificó la empresa en el mensaje. Además, precisó que los informes de investigación de Reuters y el Times de Londres han descubierto que los miembros de la IARC «ocultaron datos científicos importantes, corrigieron las conclusiones de estudios clave y se alinearon estrechamente con los abogados litigantes de los Estados Unidos».
En el final del escrito la firma de EE.UU. concluyó: «El Sr. Johnson tiene una historia convincente y la decisión del jurado no cambia el hecho de que este producto no fue el causante de su cáncer».
Fuente: La Nación