La respuesta inmunitaria contra los agentes infecciosos involucra una compleja interacción entre diferentes tipos de células y sus productos, que culmina con la eliminación del agente infeccioso o la muerte del animal. En el caso específico del ganado bovino de leche, la mastitis sigue siendo una enfermedad con elevada incidencia y la de mayores perjuicios productivos y económicos en los rebaños.
Hay momentos durante el ciclo productivo del animal, como acontece en el periodo del periparto, en los que la susceptibilidad a dicha enfermedad es mayor. El uso racional de antibióticos, especialmente en el secado, ha ayudado de sobremanera a contener la enfermedad. Las actuales exigencias de los consumidores indican que las vacas deben producir alimentos (leche y carne) de calidad, sin residuos antibióticos y primando en su manejo la prevención y el bienestar animal.
En animales de alta producción, la disminución de la funcionalidad del sistema inmunitario hace que las vacas sean más vulnerables frente a los agentes patógenos. Esto aumenta el riesgo de infecciones, con consecuencias en la rentabilidad de las explotaciones lecheras, que tradicionalmente han sido abordadas mediante la administración de antibióticos y que actualmente se está focalizando hacia la estimulación de los mecanismos del sistema inmunitario que actúan en la glándula mamaria mediante la administración de vacunas y/o inmunomoduladores, con el objetivo de reducir el uso de antibióticos.
La aplicación de inmunoterapia en vacas constituye una estrategia innovadora que mejora la actividad del sistema inmunitario y, por ende, la salud animal, redundando en una protección de todo el potencial productivo del animal y del rebaño en su conjunto, favoreciendo mayores rendimientos productivos.
Los lipopolisacáridos (LPS) han sido utilizados como moduladores de la respuesta inmune durante los últimos años.
FORTINMUNE BOV® pertenece a una nueva generación de lipopolisacáridos, proveniente del género Ochrobactrum intermedium, cuyo mecanismo de acción se basa en la estimulación de los receptores de membrana específicos de los macrófagos, tipo Toll o TLR, originando una potente respuesta inmune de base celular y constituyendo un vínculo entre la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa.
El fin último de la inmunoterapia dentro de los programas de calidad de leche y control de mastitis, es potenciar los sistemas defensivos del animal mediante la estimulación de la respuesta inmune celular, con la disminución de la instauración de nuevas infecciones y de su gravedad, siendo su aplicación económicamente interesante, aunque únicamente diese lugar a un incremento del número de curaciones espontáneas y una disminución del recuento de células somáticas (RCS). En condiciones normales, el sistema inmunitario en la glándula mamaria es relativamente inactivo y su defensa depende en gran medida de los Macrófagos presentes en la mucosa mamaria, en la síntesis local de inmunoglobulinas y en la afluencia de Neutrófilos por vía sanguínea.
Los Neutrófilos se consideran la primera línea defensiva del organismo y es el tipo celular que primero responde en situaciones de inflamación. Llegan a la ubre atraídos por la presencia de agentes infecciosos y de productos originados en la inflamación, descompensando el equilibrio con otras células defensivas. Tienen una vida media corta y una escasa capacidad de fagocitar repetidamente, provocando que se requiera gran cantidad de ellos y se establezca un flujo constante desde la sangre hacia la ubre. El sistema vascular no favorece su eliminación por el torrente sanguíneo una vez que están inactivos, por lo que, una vez desprendidos de las paredes alveolares, son eliminados en grandes cantidades con la leche, provocando el incremento de RCS.
Con la aplicación de estos programas de control se han logrado reducir el número de infecciones por Staphylococcus aureus, aunque ésta sigue siendo una causa frecuente de mamitis clínicas y subclínicas, con alta prevalencia y difícil erradicación en las explotaciones.
CASO PRÁCTICO
Las mastitis, tanto clínicas como subclínicas, pueden ser disminuidas con la aplicación de FORTINMUNE BOV® debido a su efecto inmunoterapeutico. En una explotación de ganado vacuno lechero con una alta tasa de vacas infectadas por S. aureus se seleccionan 15 vacas:
- 5 vacas no infectadas por S. aureus, animales control
- 10 vacas infectadas que son tratadas con dos dosis de 5 ml de FORTINMUNE BOV® separadas 15 días.
En posteriores muestras de leche se realiza un estudio de poblaciones celulares, mediante citometría, y de interleucinas, mediante ELISA. Los resultados se muestran normalizados respecto a los animales control no infectados.
POBLACIONES CELULARES
a.Incremento significativo de Células T y B en el día 7 post tratamiento
b.Incremento significativo de Macrófagos y Neutrófilos en los días 21 y 28 post-tratamiento.
EXPRESIÓN DE CITOCINAS
Se observan niveles estables durante el periodo del estudio tanto el IFN-γ como el TNF-α.
EFICACIA FRENTE A OTROS GÉRMENES
En un 45% de las muestras tomadas se aisló una segunda bacteria que desapareció en el 80% de ellas.
SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA
Durante el periodo del estudio no se observó sintomatología clínica.
RECUENTO DE CÉLULAS SOMÁTICAS
Disminuye en el 66,7% de los animales y la disminución media es superior al 11%.
La administración en vacas con mamitis de FORTINMUNE BOV® proporciona una rápida y potente respuesta inmune celular que provoca una disminución de coinfecciones, del Recuento de Células Somáticas (RCS) y un menor grado inflamatorio en las mamitis producidas por S. aureus:
- Incremento de células inmunitarias en los mismos tiempos que se presentarían en una respuesta celular, favoreciendo la lucha frente a los agentes patógenos.
- Niveles limitados y estables de interleucinas indican un menor grado de inflamación de la glándula mamaria.
- Eliminación de coinfecciones y ausencia de sintomatología clínica durante la realización del estudio.
- Disminución del RCS.