Los técnicos del INTA difundieron una publicación con tres claves para un correcto manejo de los sistemas pastoriles. “La alimentación es la base de la actividad ganadera, planificar la producción de pasturas, o lograr optimizar su uso es una tarea imprescindible”, destacaron los autores del informe que trabajan en la Estación Experimental Cuenca del Salado.
“La Planificación Forrajera se utiliza para proyectar la producción y utilización del recurso forrajero, en función de la unidad de producción y de la composición del rodeo” señalaron los técnicos, al tiempo que detallaron, “se trata de un conjunto de pautas de manejo en el corto, mediano y largo plazo que consiste en la previsión, en el tiempo, del balance entre la oferta pastoril y la demanda ganadera”.
“La ganadería y sobre todo la cría de la cuenca del salado se desarrolla casi exclusivamente sobre diferentes recursos forrajeros” señalan los técnicos. En esa región la base forrajera de la cría se compone por un 79% pastizal natural, 12% pasturas y 9% verdeos. “Con estrategias que permitan maximizar el crecimiento de estos recursos y lograr un correcto aprovechamiento, se podría aumentar la producción de carne de los sistemas ganaderos de la región” aseguraron los especialistas.
Las claves del manejo:
- ¿CUÁNDO ENTRAR A COMER UNA PARCELA?
- En el caso de las gramíneas, en general, cada macollo no puede mantener más de tres hojas vivas. Por ello, “una regla práctica para decidir el momento de pastoreo sería entrar a pastorear antes de que empiecen a morir hojas”. En ese momento se lograría aprovechar al máximo el crecimiento y el “costo” de producir esas hojas.
- Sin embargo “pude ocurrir que la disponibilidad de forraje en ese momento no sea muy alta” explican los técnicos, que ante ese escenario recomiendan el “despunte”. En este manejo, el objetivo no será obtener gran cantidad de raciones, sino mantener la pastura en un estado de crecimiento óptimo.
- ¿CUÁNDO SALIR DE LA PARCELA?
- De acuerdo con los técnicos, el otro aspecto clave es el “Remanente”, es decir cuánto pasto dejar. “Las gramíneas que integran las mezclas de pasturas templadas en la región bonaerense de la Cuenca del Río Salado no tienen órganos de reserva importantes que le permitan afrontar un rebrote, es decir que dependen del remanente de hojas vivas para rebrotar” aseguran los especialistas. Por este motivo, “para conseguir un rápido rebrote luego del pastoreo es fundamental que la decisión de salir de la parcela esté sujeta al remanente de hojas verdes y no a reglas fijas como días o altura de forraje”, explicaron.
- Los técnicos aseguran que con el tiempo, “las pasturas manejadas de esta manera comienzan a tirar hojas al ras del suelo que no están accesibles para los animales, esto favorece mucho más el rápido rebrote”.
- ¿CÓMO MANEJAR LA FLORACIÓN?
- La clavé está en el control temprano de floración, especificamente, en evitar que encañen.
- Cuando un macollo se encaña y florece, se convierte en prioridad para la planta y allí se destinan todos los recursos. “Esto produce la muerte de los macollos dominados con el agravante de que los macollos que florecen, también mueren al completar la floración” señalaron los especialistas y aseguraron que “si todos los años se encañan, las pasturas comienza a cambiar su estructura, se empiezan a ver matas por muerte de macollos chicos y mucho crecimiento de los macollos que se encañan”
- Para evitar las matas, la clave es cortar la planta a la altura de un puño cuando está comenzando a encañar. “La flor se comienza a formar mucho antes de que se vean las cañas. Se forma en la base del macollo y comienza a subir por el interior del pseudotallo. En este momento es que se debe realizar un pastoreo intenso para cortar esa flor que está creciendo dentro del pseudotallo y evitar que se produzca la encañada” aseguraron los especialistas.