En la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cotiza una sola empresa cuya actividad está directamente relacionada con el agro argentino. Se trata de Agrometal, una firma cordobesa que fabrica sembradoras, cuya acción perdió más de la mitad de su valor en el último año.
En el primer semestre de 2018 Agrometal registró una pérdida de 23,4 millones de pesos versus una ganancia de 16,3 M/$ en el mismo período de 2017, según el último balance trimestral presentado por la empresa con sede en Monte Maíz ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
La principal causa de los números en rojo es una caída de las ventas: en enero-junio de este año las ventas total de Agrometal sumaron 250 millones de pesos contra 270 M/$ en el primer semestre del año pasado.
En el primer trimestre de este año, debido al recorte de rindes (fundamentalmente) de soja generado por una sequía generalizada en la zona pampeana, la demanda de sembradoras regresó al nivel más bajo desde el mismo período de 2015. Posteriormente, a partir de un importante ajuste de los precios internos de la oleaginosa, las ventas mejoraron parcialmente, aunque en un contexto de alta competencia entre fabricantes e importadores de sembradoras (especialmente John Deere) ansiosos por recuperar terreno perdido.
Otro factor negativo para el sector es que la demanda de los contratistas rurales prácticamente se evaporó con la desaparición de líneas de financiamiento en pesos a tasas accesibles (producto de la desestabilización macroeconómica que comenzó a registrar la Argentina desde mayo pasado a la fecha).
Agrometal señala en el último balance trimestral que en el primer semestre de 2018 logró vender 113 sembradoras, una cifra 30% menor a la de enero-junio de 2017, lo que generó una acumulación de stocks de equipos.
“Durante el segundo trimestre se logró estabilizar el volumen de stock de bienes de cambio como resultado de las medidas implementadas desde el mes de febrero, cuyo objetivo fue ajustar el plan de producción original y adaptarlo a las nuevas condiciones imperantes. No obstante, dicho nivel de inventarios sigue en volúmenes superiores a los planeados y constituye una oportunidad para poder atender a la demanda del segundo semestre”, indicó la empresa.
El balance indica que un “factor muy importante que afectó la demanda de maquinaria agrícola es la disminución y casi inexistencia del financiamiento bancario orientado a nuestros clientes”. La contrapartida de la desaparición del crédito es un alza sideral de las tasas de interés: en enero-junio de este año el gasto de Agrometal en intereses por deudas comerciales y bancarias fue de 47,8 millones de pesos versus 12,3 M/$ en el mismo período de 2017.
El viernes pasado la acción de Agrometal (AGRO) cerró en 11,6 pesos versus 25,1 pesos un año atrás.
