Un informe muestra que el stock ganadero dejó de crecer después de dos años

Desde CREA señalan que el stock dejó de crecer en 2018, mientras que en el primer semestre hubo un alto nivel de faena causado especialmente por las condiciones climáticas imperantes en Argentina. En este sentido, por la alta extracción de machos y el elevado porcentaje de hembras en la faena, advierten sobre la oferta futura de mediano plazo.

A su vez, destacaron que el mercado externo absorbió el incremento de la oferta, aunque gran parte fue a hacia canales de bajo valor. Esto permitió que no se deteriore de forma abrupta el precio para el productor.

Mirando hacia adelante, según la entidad rural se espera una producción ajustada, condicionada por la estructura de la oferta, y subrayaron que “el precio dependerá del poder adquisitivo en el mercado interno y de lograr seguir captando mercados mientras se conservan los destinos ya operados“.

En primer lugar, los datos publicados por el Senasa para el 2018 reflejan una disminución en el stock de 0,82% (437 mil cabezas), luego de dos años consecutivos de leve crecimiento. En cuanto a la faena, a junio se han faenado 1.498.891 toneladas equivalentes a res c/ hueso de carne, y resaltaron: “En comparación al mismo período del año anterior hubo un aumento del 9,6%, condicionado en gran medida por la sequía que se produjo”.

Tan es así, que la participación de las hembras en la faena total promedia en un 45% en el primer semestre alcanzando un pico de 47% en junio, y la faena de machos (novillos y novillitos) también fue alta en lo que va del 2018, y de mantenerse la tasa de faena, el año podría cerrar con una tasa de extracción de 115%. En este sentido, desde CREA alertaron que “es un valor muy por encima de lo que se ha dado hasta el momento y se estaría faenando al menos un 15% de terneros nacidos este año, comprometiendo aún más el stock de machos futuros”.

Las dos caras de la moneda

Por otra padrte, se observa un consumidor local abastecido de proteínas, cada vez más carnívoro. El informe muestra que en lo que va del año el consumo de carne vacuna promedia 58,8 kg por habitante/año, superando los 57,5 kg/hab./año para el mismo período del 2017. En cambio, indicaron que el consumo de carne aviar cayó en los últimos meses hasta alcanzar en abril 41,1 kg per cápita, mientras que el consumo de carne porcina es de 14,05 kg por habitante/año.

En lo que refiere a las exportaciones, como ya lo ha informado Infobae, se ha producido un fuerte aumento en el transcurso de los primeros seis meses del año, representando un aumento de volumen de 62,3% frente al mismo periodo del 2017. Sin embargo, desde CREA advierten que la variación en ingresos de dólares ha sido algo menor. En la misma línea, mirando hacia el mundo, cabe resaltar que la exportación de carne vacuna en lo que va del año ocupa el 15% de la producción de carne en el país; que el significativo aumento de ventas al exterior se explica, en gran medida, por el aumento de envíos de carnes congeladas, y sumado a todo ello, el principal mercado que absorbió el aumento de exportación, fue China.

Hasta el momento, este destino habilita sólo la compra de carne congelada sin hueso, pero más de uno recordará que el SENASA notificó que el Gigante Asiático comprará carne argentina enfriada sin hueso y congelada con hueso, asumiendo el exportador mayores exigencias sanitarias a cumplir. Para CREA, este mercado representa un desafío a cumplir por parte de los productores y del país, para lograr sostener este canal abierto de manera de continuar colocando volumen y lograr exportar carne de mayor valor.

Por último, al referirse a la tensión entre oferta y demanda, desde la entidad reconocieron que el precio percibido en pesos por el productor ha tenido una recuperación en relación a la inflación en los últimos dos meses, aunque sigue retrasado en relación a los precios dados en los tres años anteriores. En este sentido, destacan que al comparar el valor del kilo de carne al gancho que perciben los productores argentinos (en dólares actualizados) con el valor de países competidores regionales, se observa que el precio local es levemente superior a Brasil pero inferior a Uruguay en un 20%.

En rigor, las industrias locales exportadoras están comprando su insumo principal, novillo, por debajo de toda la región, excepto Brasil; esta situación no sucedía desde 2013 y afirmaron que “es la consecuencia de la depreciación del peso en relación al dólar, de la pérdida de valor del producto en relación a la inflación y también se explica por el comportamiento de la oferta de los países competidores”.

Fuente: Infobae