Los criadores de la región pampeana no están pasando por un buen momento. Muchos ven que sus vacas empiezan a parir en condición regular por los fenómenos climáticos sufridos durante el año. «No hay pasto suficiente en ningún potrero; muchos están pastoreando las calles para salir del paso.
Los rollos valen 1200 a 2000 pesos, según calidad», observa un ganadero de la cuenca del Salado. A estos problemas forrajeros se les agrega el bajo precio del ternero, que achicó el negocio del criador: «En enero los terneros se vendían a $50 por kilo; en marzo se derrumbaron a $40 y ahora se venden a $42/43, mientras la inflación se espiralizó y el dólar aumentó 50% en el mismo período», razona un técnico que asesora varios campos.
Presupuesto
«El criador ha sufrido descapitalización y quedó con un presupuesto ajustado. Tiene pocas ganas de invertir en alimentación adicional para su rodeo en estos momentos», agrega. Y añade que «los criadores están vendiendo muchos terneros para pagar las cuentas y no pueden recriar una parte para tener ingresos en primavera, como lo hicieron en años anteriores».
Las perspectivas para los próximos meses no son muy alentadoras. Quien conserva la «cola» de la producción sabe que los feedlots no compran muchos terneros en esta época, porque su negocio está condicionado por el alto precio del maíz. Dependerán de los invernadores pastoriles, que deberán esperar el rebrote primaveral para reponer la hacienda gorda que vayan vendiendo.
Por: Carlos Marin Moreno