Una empresa agrobiotecnológica argentina tiene en sus planes desarrollar el primer cultivo de sorgo tolerante a herbicidas a partir del empleo de tecnologías de edición génica.
“Creemos que el sorgo tiene un potencial de mercado muy interesante y que probablemente no está desarrollado porque, a diferencia de otros cultivos, no cuenta con cultivares tolerantes a herbicidas”, indicó Carlos Pérez, CEO y cofundador de Bioheuris, empresa creada en 2015 que se encuentra en el edificio de Indear (Rosario).
Además de sorgo, Bioheuris está enfocando esfuerzos en obtener cultivares de soja editados que sean tolerantes a herbicidas. La clave es que los desarrollos logrados a través de edición génica (CRISPR/Cas), una vez validados, pueden ser inscriptos como un cultivo convencional en el Inase al tratarse de un mutante y no de un transgénico (el cual requiere varios años y millones de dólares de certificaciones ambientales y regulatorias antes de poder ser comercializado).
“Argentina fue el primer país en establecer una normativa para la regulación de tecnologías de edición génica. Bioheuris realizó una consulta formal a la Dirección de Biotecnología (dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación), la que consideró que el producto que estamos desarrollando no será considerado como un OGM”, explicó Pérez.
Una vez seleccionados los “genes objetivo”, se introducen en microorganismos (bacterias o levaduras), de manera tal que los mismos dependan de dichos genes para sobrevivir. Luego se expone a esos microorganismos modificados a diferentes principios activos para evaluar su comportamiento y descubrir así los genes que muestren (o no) tolerancia a diferentes herbicidas. Se trata de un proceso –que requiere mucha paciencia– basado en el prueba y error y en el cual un gran conjunto de microorganismos se emplea como “`pistas de prueba” para detectar eventos de interés agrícolas.
Cuando logren detectar los genes de interés –proceso en el que se encuentran actualmente– los mismos, por medio de tecnologías de edición génica, serán sobreexpresados en germoplasmas de alta performance de sorgo desarrollados por Tobin Semillas, mientras que, en el caso de soja, la firma cuenta con convenios con Santa Rosa Semillas y Rotam.
“Mediante la adaptación de distintos protocolos de cultivo in vitro se puede lograr la regeneración de plantas de variedades elite, lo que permite trabajar directamente sobre líneas con valor agronómico, acortando los tiempos de llegada al mercado”, remarca Pérez.
“Para realizar este trabajo, la empresa ha formado un equipo de profesionales entre los que se cuentan especialistas en cultivo in vitro de plantas, evolución dirigida de proteínas, microbiología y edición génica, así como negocios e innovación tecnológica”, agrega.
La tecnología de edición génica que emplea Bioheuris pertenece a la estadounidense Benson Hill Biosystems, con sede en St. Louis (Missouri), la cual fue cedida a la empresa argentina en el marco de un convenio entre ambas.