Al 18 de octubre había 260 focos en el país informó este miércoles el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en una conferencia de prensa en la que participaron el ministro Fernando Mattos, Diego de Freita (director general de Servicios Ganaderos), Martín Altuna (director de Sanidad Animal) y Pablo Charbonnier, jefe de campaña de brucelosis.
Los focos por Dicose son 67 en Durazno, 43 en Paysandú, 41 en Florida, 27 en Río Negro, 16 cada uno en Río Negro y Tacuarembó, y menos de 10 en los restantes departamentos excepto en Rivera, sin casos.
Pablo Charbonnier, jefe de campaña de brucelosis, aclaró que si bien el número de focos (gráfico 1) es más alto al de años anteriores (tomados a fin de año) es necesario esperar al 31 de diciembre de 2022 para establecer una comparación real.
Más del 70% de los focos se detectan cuando la vigilancia se dirige al riesgo, a los predios linderos de los que arrojan casos positivos de la enfermedad.
Este año se detectaron determinados focos que rápidamente se investigaron los linderos y eso hizo que aparecieran muchos focos y en el momento del año –zafra de toros- eso generó un impacto mayor por la interdicción de los animales en los establecimientos afectados.
Charbonnier indicó que se detectan 6 focos nuevos cada mil predios, 0,6% de positividad un aumento que es “muy poco significativo a nivel predial, y a nivel individual es más bajo todavía”.
El ministro Mattos subrayó que llama la atención la cantidad de cabañas que han dado positivo, 11 o 12 establecimientos, y varios han tenido que postergar o suspender sus remates de toros. Las cabañas tienen la obligación legal de hacer sangrados previo a la venta de los reproductores. “El patógeno está circulando y es imposible distinguir un animal sano de uno enfermo sin hacer el sangrado y el resultado de laboratorio, lo que lleva a una búsqueda más amplia de la enfermedad”, señaló.
Mattos dijo que no es partidario de la obligatoriedad de vacuna pero llamó a los productores a que se asesoren con los veterinarios para lograr “una mayor cobertura inmunitaria”.
“La vacuna es de libre uso y está disponible, el volumen de vacuna que se usa es bastante bajo; hace poco el departamento de Paysandú tuvo obligatoriedad de sangrado para movimiento de animales de categorías susceptibles y obligatoriedad de vacuna, y solo se llegaba a 60%. Con estas medidas se logró revertir muchos casos”, señaló Mattos.
La tendencia histórica de detención de focos, desde 2010 está por debajo del 1% de prevalencia: “la detección de un foco, de un animal positivo es cada vez más difícil, no hemos tenido a nivel nacional un incremento significativo”, dijo Diego de Freitas.
Fuente: Ganadería.uy