La mastitis bovina es una inflamación de la glándula mamaria asociada al parto y la lactancia, causada principalmente por microorganismos. Se trata de una patología frecuente en medicina veterinaria.
Actualmente, en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en Argentina realizan pruebas de laboratorio en busca de determinar alternativas terapéuticas nuevas o complementarias para combatirla disminuyendo el uso de antibióticos sintéticos. Lo hacen utilizando la forma activa de la vitamina D como agente inmunoestimulante en la glándula mamaria. Considerando los efectos en el sistema inmune, la hipótesis de trabajo plantea que el calcitriol induciría la producción de pequeñas proteínas de origen natural en células epiteliales mamarias, macrófagos y neutrófilos bovinos “con propiedades antibióticas”.
“Sostenemos que la vitamina D modularía algunos mediadores claves de la respuesta inmune innata en estas células, por ello, en el sistema combinado células bovinas/bacterias, se espera que el calcitriol disminuya la invasión y la formación de biofilm por los patógenos haciendo que éstos se encuentren más disponibles al tratamiento elegido”, señaló la directora del proyecto, Luciana Bohl.
Esta investigación forma parte de un programa conformado por tres proyectos que se llevan adelante y que analizan diferentes bacterias que provocan la mastitis bovina. Dentro de esa línea, se enfocó en la cepa Staphylococcusaureus en modos de vida libre y en biopelículas. «Este microorganismo germen se caracteriza por generar una enfermedad crónica en el animal, ser difícil de detectar y de erradicar. Además, puede vivir en comunidades y produce una matriz en la que queda embebido lo que dificulta el tratamiento con antibióticos y que el sistema inmune lo reconozca para eliminarlo», apuntan.
“En los últimos años estudiamos la respuesta inmune innata y la muerte de células bovinas in vitro frente a bacterias causantes de mastitis formadoras de biofilms, porque así el patógeno es resistente a la acción del sistema inmune y al efecto de los antibióticos provocando infecciones persistentes o crónicas”, añade Bohl.
Los experimentos sobre biofilm demostraron que se necesita mayor concentración de antibióticos para combatirlo, porque es una comunidad de bacterias protegidas a las que no llega.
Esta terapia antibiótica es utilizada con frecuencia, pero si quedan concentraciones muy altas en leche, ésta no puede llegar a la industria láctea. Por lo que proponen que el uso de la vitamina D “podrá mejorar la terapia bajando la dosis de antibióticos sintéticos o solamente usando estos compuestos naturales”.
En las pruebas de laboratorio también observaron que algunos componentes de la respuesta inmune, como los receptores de reconocimiento, se activaron más en las células bovinas cuando éstas se infectaron con Staphylococcusaureus en vida libre que en biofilm.
Con los antecedentes buscarán ampliar la cantidad de bacterias a analizar ya que en los laboratorios de la UNVM diseñaron un cepario con muestras de diferentes granjas de la región. Según Bohl, si los resultados in vitro “son interesantes” se pasa al estudio in vivo “para trabajar sobre el organismo del animal”. Esta tarea se puede realizar en una granja experimental, «asociándonos con productores o instituciones interesadas en hacer la prueba para ver si lo observado en el laboratorio se repite en el animal. Son trabajos colaborativos”, puntualiza Bohl.